Ante la renuncia de la Vicegobernadora Florencia López a la banca del Senado que quedó vacante luego del fallecimiento del ex presidente Carlos Menem, la asunción de Ricardo Guerra al frente de la misma no hace más que poner a la luz una gran jugada política por parte del Gobernador Ricardo Quintela.
Se especulaba con que Beder Herrera iba a ser un núcleo en el armado de la oposición al gobierno de Ricardo Quintela; un pivot entre Felipe Alvarez, Julio Martinez, Paredes Urquiza y Bosseti. En esa composición, Beder Herrera, quién no tenía aspiraciones de ocupar cargos ejecutivos, iba a ser el armador.
Sin embargo, con la asunción de Ricardo Guerra, el propio Gobernador puso nuevamente al “Bederismo” en juego, desarmando la interna de la oposición. Con este movimiento ,digno de las mejores partidas de Kasparov, el “Bederismo” tiene una luz de esperanza para seguir en la política provincial. Beder Herrera, de importantes contactos a nivel nacional y con Ricardo Guerra en la representación provincial en el Senado, vuelve a estar sentado en la mesa para discutir la politica de la provincia, y ese si que es un gran movimiento de Quintela. Movimiento que nadie en la oposición esperaba.
Llevará un par de semanas seguramente un analisis un poco mas exhaustivo de la situación aunque, a primeras luces, nuevamente Ricardo Quintela pegó primero. Y como cita el refrán, “el que pega primero, pega dos veces”