Juan Reverdito, conocido como el taxista de Gran Hermano, es uno de los pocos ex participantes del reality que no pudo capitalizar la exposición y entrar en el negocio de las presencias en eventos o canjes en redes sociales. Es por eso que, frente a la fuerte crisis económica que atraviesa el país, decidió comenzar a vender sus fotos eróticas.
A comienzos de febrero, el ex hermanito se desnudó para una producción de fotos y no descartó abrir un OnlyFans. Ahora, el ex participante confirmó que venderá contenido erótico junto a su pareja. “Voy por todo”, adelantó.
“Lo voy a hacer. Mi novia la semana pasada me dijo: ‘Si querés hacerlo, hacelo’. Así que sí, porque necesito plata”, explicó, en diálogo con Estamos a tiempo extra.
A diferencia de sus compañeros, quienes en su mayoría lograron generar múltiples negocios paralelos tras su paso por el reality, Juan no atraviesa un buen momento económico. “Necesito plata. Es aprovechar, para mí es todo nuevo, entonces algo bueno voy a sacar de todo esto”.
En cuanto al tipo de contenido, confesó que le propuso a su novia ser parte de las producciones, y consultado sobre qué tono utilizaría, no dudó: “Yo iría por todo. Yo se lo dije a ella, ya que está, hay que aprovechar, ya tengo 43, después ya está, chau”.
Reverdito estuvo sólo cuatro semanas “en la casa más famosa del país”. Había ganado gran notoriedad en un principio y había firmado un contrato por dos años con Telefe. Pensó que por el hecho de ganar fama en el reality los canjes y el trabajo caerían sin parar, sin embargo, nada de eso pasó.
Tras su salida de la casa, Reverdito se había referido a cómo vivió su eliminación del programa: “Yo hubiera querido estar todos los meses que dure (el reality), me fui muy temprano. Pero me equivoqué. Y acá estoy. Jugué horrible. Y afuera dimos vuelta la imagen que dimos, porque es un juego. Pero sí, tengo bronca porque me veo lo que fui y me equivoqué. Me quiero morir, pero ya está, no se puede volver el tiempo atrás”. Y a la hora de justificar su modo de juego, Juan agregó: “Me basé en los Gran Hermano anteriores, que a la gente les gustaba el choque. Fuimos por un camino que obviamente empezamos a salir uno a uno. Y bueno, ya está”.
“Hoy no hay nada vinculado a ellos que me genere ingresos. En tres meses nunca me tiraron un centro y lo poco que hice fue para mí. Si no te llaman es muy difícil que te conozcan. Yo vivo día a día. Algunos chicos hicieron publicidades por 700, 800 lucas. Yo cero”, había revelado en los últimos días en diálogo con Mañanísima, el programa que conduce Carmen Barbieri.
El ex concursante del certamen había detallado que trabaja 14 horas por día para poder vivir, a pesar de tener contrato con la producción del reality. “Estoy complicado y poniéndole el pecho a todo esto. No estoy bien. La calle está difícil y el auto que yo tengo es mitad mío y mitad de mi ex, y le tengo que dar la mitad de lo que gano a ella”, lamentó.
“Con el taxi hago 13 lucas, pero de ahí le saco 5 mil de nafta porque mi auto no es a gas, más la comida y rezar que no se rompa nada”, agregó.
El taxista vs los hermanitos
En enero de este año, la propia Martina había confesado que lo había dejado «solo» al taxista durante una de sus tantas presentaciones en Uruguay, luego de que este comenzara a denunciar que lo habían estafado. A partir de ahí, Juan inició una pelea de celos, egos y, claro está, dinero a base de canjes contra sus ex compañeros y la señal que lo hizo conocido. «Es insoportable», confesaba, por entonces, la ex hermanita.
El enojo del hombre de 40 años se debe a las pocas ofertas laborales que recibe tras su expulsión del reality. Incluso, días atrás se indignó por la “falsedad” de algunos de los ex participantes. «No sé con cuál participante no continuaría una amistad porque no conocí mucho a los de afuera. Con ‘Los Monitos’ no hablé y creo que tampoco voy a hablar porque ya salimos del programa, se terminó y ya está», dijo una nota en Instagram con Maica Comunica.
En aquella charla, el taxista sostuvo que su relación con Nacho había terminado porque el segundo lugar de la casa lo ninguneó: «Es simple lo de Nacho, yo le mandé mensaje cuando salió. Hablé con el padre en su momento cuando estuvo dentro de la casa. Lo seguí a Rodolfo, me dejó de seguir y lo eliminé. A Nacho le mandé tres mensajes y no me respondió ninguno. También, le mandé unos anteojos de regalo que me pidió en las fiestas».