En un telegrama enviado al nuncio apostólico en Libia, el pontífice expresó su dolor por los miles de muertos y la destrucción masiva causada por el paso del huracán Daniel.
El Papa Francisco se mostró «profundamente entristecido, al conocer la inmensa pérdida de vidas y la destrucción causada por las inundaciones en la parte oriental de Libia» por la acción del huracán Daniel.
El pontífice aseguró a los afectados sus «oraciones por las almas de los difuntos y de todos los que lloran su pérdida», en un telegrama firmado por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, y enviado al nuncio apostólico en Libia, el arzobispo Savio Hon Tai-Fai.
El Santo Padre expresó su «sentida cercanía espiritual» en relación con los heridos, con quienes temen por sus seres queridos desaparecidos y con el personal de emergencia que presta asistencia y socorro, e invocó las bendiciones divinas de consuelo, fortaleza y perseverancia para todos los afectados por la tragedia.
La tormenta Daniel atravesó el Mediterráneo hacia Libia, arrasando aproximadamente una cuarta parte de la ciudad de Derna, en el este del país, después de que dos represas explotaran a causa del huracán.
Sólo en la ciudad de Derna ya se han recuperado al menos 1.000 cadáveres, y las autoridades esperan que el número de muertos aumente mucho más. La Cruz Roja dijo que se teme que unas 10.000 personas estén desaparecidas en todo el país a causa de las inundaciones.