La muerte del cantante santiagueño de guaracha Huguito Flores engrosa la larga lista de grandes intérpretes populares de diversos géneros fallecidos en accidentes de tránsito, entre los que destacan el tanguero Julio Sosa, el folclorista Jorge Cafrune, el cuartetero cordobés Rodrigo, la representante de la cumbia romántica Gilda y el más grande guitarrista de rock y blues local Pappo.
La ecléctica nómina también incluye a Hernán Figueroa Reyes, el cantante de Memphis la Blusera Adrián Otero, el guitarrista de Charly García Carlos García López, Héctor Bulacio y Ricardo Romero de Los Tucu-Tucu, la cantante folclórica Tamara Castro, el vocalista del cuartetero grupo Trulalá Pablo Ravasollo y el miembro del Trío San Javier Pedro Favini.
El iniciador de esta macabra lista a nivel cronológico fue «El Varón del Tango» Julio Sosa, quien murió en 1964 al incrustar su auto, en el que solía circular a gran velocidad, contra un semáforo ubicado en la esquina de Figueroa Alcorta y Mariscal Castilla, en el barrio porteño de Palermo.
Como había ocurrido casi 30 años antes con la muerte de Carlos Gardel en un accidente aéreo en Medellín, las calles se llenaron de amantes del tango para despedir a la figura que impactaba con su vozarrón.
Mucho más acá en el tiempo, precisamente el 24 de junio de 2001, la conmoción de apoderó de gran parte de la sociedad argentina ante la sorpresiva muerte de Rodrigo «El Potro», quien en el pináculo de su carrera, luego de llenar semanas atrás varios estadios Luna Park, se estrello en la Autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de Berazategui, en una confusa maniobra que involucró a otro vehículo. En ese mismo accidente, también perdió la vida Fernando Olmedo, hijo del recordado cómico Alberto Olmedo.
La música popular ya había llorado para entonces a la referente de la movida tropical Gilda, quien murió el 7 de septiembre de 1996 en una ruta cercana a Chajarí, Entre Ríos, y desde entonces se convirtió en una nueva santa popular, a la misma altura del Gauchito Gil.
El rock argentino también acumula varios mártires por estos mismos motivos, con Pappo como máximo exponente. El guitarrista más importante e influyente del género en nuestro país falleció al caer de su moto en las cercanías de la ciudad bonaerense de Luján.
En esta nómina también figuran nombres como el cantante blusero Adrián Otero, quien murió el 12 de junio de 2012 en la autopista que une Rosario y Córdoba; el guitarrista de Los Piojos y Las Pelotas Gustavo «Tavo» Kupinski fallecido un año antes cerca de Dolores mientras viajaba con su esposa, quien también murió, y sus dos hijos, quienes sufrieron distintas heridas.
Algunos años después, en diciembre de 2016, el rock se volvió a vestir de luto cuando el entrañable «Negro» Carlos García López, guitarrista de Charly García, Zas y La Torre, perdió la vida en una ruta cercana a Tornquist, luego de participar de un show junto a Ricardo Iorio.
Más extraños resultaron los pormenores que rodearon al accidente en el que en 1978 murió el folclorista Jorge Cafrune, quien fue embestido cuando se dirigía a caballo a Yapeyú, en donde se iba a realizar un homenaje a San Martín. Poco antes, había protagonizado un polémico momento cuando en el Festival de Cosquín cantó desafiante «Zamba de mi esperanza», una de las canciones prohibidas por ese entonces por la sangrienta dictadura cívico-militar que reinaba el país.
El salteño Hernán Figueroa Reyes, de Los Huanca-Huá, también conmocionó al mundo del folclore con su fallecimiento ocurrido en 1973; al igual que ocurrió en 2007 con los integrantes de Los Tucu-Tucu Héctor Bulacio y Ricardo Romero, cuando el auto en el que viajaban fue embestido por un tren de carga en la ruta 4, en Santa Fe.
Tamara Castro fue otra de las folcloristas que en pleno ascenso, en 2006, encontró la muerte en una ruta santafesina cerca de la ciudad de Rafaela, tras participar en un festival.
La música tropical tiene también entre sus mártires a Pablo Ravassollo, líder de Trulalá, muerto en 2006; y la banda peruana Néctar, víctima de un choque contra un guarda-rail en la porteña autopista 25 de Mayo.
En tanto, en marzo de este año, a los 69 años, Pedro Favini, del Trío San Javier, que lanzó a la fama al Paz Martínez, chocó en la ciudad mendocina de San Martín, luego de desvanecerse debido a un aneurisma.
(Télam)