En esta época, puede ser recurrente tener una sensación de resfrío. Sin embargo, también es posible que estos síntomas sean signos de una alergia.
La nariz “chorrea”, pica. La razón para no buscar ayuda es pensar que se trata solo de un resfrío que desaparecerá en unos días. Sin embargo, después de semanas, las molestias persisten y solo ahí, se asume que lo que se tiene es rinitis alérgica.
La gripe y el resfrío son causados por un virus, mientras que las alergias son una respuesta exagerada del sistema inmunológico ante sustancias inofensivas, como el polen, el polvo o los ácaros. Estas últimas no provocan fiebre ni dolor de garganta, dos signos regulares del resfrío. Al entrar en contacto con ese alérgeno, se pueden producir inflamaciones en la piel, los senos paranasales, las vías respiratorias o el aparato digestivo.
Una prueba útil para determinar si se está lidiando con alergias es observar la periodicidad de los síntomas. Si estos se presentan regularmente en la misma temporada o en respuesta a la exposición a ciertas sustancias, es más probable que se trate de una respuesta inmunitaria.
¿Cómo es el moco de la alergia?
Otra de las pistas que pueden ayudar a dirimir si estamos ante una alergia o ante un resfrío es el aspecto de los mocos que produce. En los resfríos, la secreción puede empezar clara y volverse más espera y color amarillo o verdoso a medida que se desarrolla la enfermedad.
Si se produce una alergia, la secreción es líquida, clara y transparente.
Recomendaciones para prevenir la rinitis primaveral
El principal consejo es evitar los pólenes, lo que puede resultar complejo. Sin embargo, existen recomendaciones importantes para la primavera, como:
- Mantener las ventanas de la casa cerradas el mayor tiempo posible y ventilar a media mañana, cuando la polinización es más baja.
- Conducir el vehículo con las ventanas cerradas.
- Utilizar lentes de sol para disminuir la entrada de aeroalérgenos por la mucosa ocular.
- No practicar actividades al aire libre durante el atardecer o temprano en la mañana, ya que es el momento del día donde se alcanzan los niveles más altos de pólenes.
- Mantenerse alejado de factores que puedan contribuir con mayor irritación de la vía aérea como humo de cigarrillo, productos químicos, etc.
Los síntomas tempranos suelen aparecer unos dos o tres días después de la exposición y entre los más habituales destacan la congestión, la tos y los estornudos, el dolor de garganta, dolor de cabeza leve o dolores corporales.
Las reacciones alérgicas pueden tener diferentes grados, desde leves a graves, de hecho en algunos casos pueden llegar a poner en riesgo la vida. Distintas alergias producen diferentes síntomas, por ejemplo, no se presenta igual una alergia alimentaria que la que provoca la picadura de un insecto. En general, son las alergias estacionales las que pueden confundirse con un resfrío.