El artista reveló una experiencia que casi lo lleva a dejar de presentarse en vivo.
Paul McCartney habló sobre una historia que vivió y a que la definió como “vergonzosa”. Esto fue durante los primeros días de su carrera con los Beatles. Tan mala fue la experiencia que casi lo lleva a tomar la decisión de dejar de tocar en vivo.
El músico brindó una entrevista en el último episodio del podcast “Paul McCartney: A Life in Lyrics” donde describió sobre uno de sus primeros recitales con el famoso grupo, en días donde se desempeñaba como guitarrista.
“Teníamos un show, era la primera vez que tocaba, y yo era el guitarrista principal. John Lennon era el rítmico, yo tenía un solo y me quedé totalmente paralizado. No podía mover los dedos. Fue vergonzoso. Mi carrera como guitarrista solista se derritió en ese momento y me dije: ‘No voy a volver a hacer esto. No sirvo para esto”, detalló en el podcast.
Aquellos primeros días de Paul McCartney junto a John Lennon
El histórico 6 de julio de 1957, Paul y John Lennon conversaron por primera vez y tocaron juntos algunas canciones. El primero tenía 15 mientras que el segundo 17. Para aquellos años, fines de la década del 50, el rock and roll ya comenzaba a pisar fuerte en los Estados Unidos con Elvis Presley.
Del otro lado del Atlántico, los británicos estaban a full con una música algo más light llamada “skiffle”. Ese era el estilo que tocaban más de 40.000 bandas juveniles por entonces y una de ellas era liderada por John Lennon: The Quarrymen.
Aquel recordado sábado de julio, en la parroquia St. Peter, en Woolton, suburbio de Liverpool, había una celebración con venta de comida y bebida, juegos tipo kermesse, artesanías y, claro, un baile, con músicos invitados para tal ocasión.
El quinceañero Paul McCartney, quien a veces tocaba el piano en la iglesia y quería ser parte del coro -aunque ya lo habían rechazado un par de veces-, fue a la fiesta junto a su compañero de escuela, Ivan Vaughan, quien eventualmente tocaba con The Quarrymen. Él presentó a Paul y a John.
Paul había visto un rato del show y quedó impresionado con la personalidad más que con la calidad musical del líder de ese grupo de skiffle, John Lennon, quien era puro atrevimiento: pifiaba una nota y lo resolvía; se olvidaba parte de una letra y la inventaba. Luego del concierto, cuando efectivamente fue la presentación formal, se invirtieron los roles y fue el turno de McCartney de impresionar: afinó su guitarra y le enseñó a Lennon como hacerlo; comenzó a cantar algunos clásicos de estrellas de la época como Eddie Cochran, Gene Vincent y Little Richard.
Tiempo después, cuando Stu Sutcliffe, bajista en los primeros días de los Beatles, dejó la banda, Paul pasaría a tocar este instrumento. Cuando a McCartney le preguntaron en una entrevista en 1995 si quería ser bajista, respondió: “Ninguno de nosotros quería ser bajista”.