Tras la votación en el Congreso que confirmó el veto presidencial contra la nueva ley de movilidad jubilatoria, y frente a un grupo de jubilados y organizaciones que se expresaban pacíficamente, las fuerzas federales lanzaron una feroz represión.
Más de 50 personas, entre ellas personas mayores, una niña de 7 años, trabajadores de prensa y defensores de DDHH, resultaron heridas o afectados por los gases químicos lanzados de manera indiscriminada y por los disparos con postas de goma en zonas vitales. Entre las personas alcanzadas por los gases y postas de goma, se encuentran tres integrantes de nuestra Comisión y cinco del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA).
Desde temprano, se movilizaron cientos de integrantes de las fuerzas federales, la mayoría sin identificación. También había presencia de la Policía de la Ciudad. Y despliegue de grupo de motorizada y camiones hidrantes.
Al menos dos personas fueron detenidas arbitrariamente durante la consumación de los hechos represivos.
En medio de la represión, miembros de la Policía Federal sin identificar se burlaban y reían mientras disparaban contra los jubilados.
En nuestro carácter de Mecanismo local de prevención de la tortura, estamos monitoreando el despliegue represivo en el marco del trabajo conjunto con CEPA, que asistió a las víctimas, y en articulación con Comité Nacional para la Prevención de la Tortura y el Mecanismo Local de CABA.
Desde la Comisión ya denunciamos las represiones contra las movilizaciones de jubilados ocurridas durante las últimas semanas.