El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, encabezó la misa central por la 50° Peregrinación a Luján. Pidió por la “unidad de los argentinos” y llamó a “generar consensos, acuerdos y tender puentes”.
La Iglesia volvió a cuestionar al Gobierno y a la dirigencia política, en el mensaje que dio el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, al encabezar frente a la Basílica de Luján la misa central por la 50° Peregrinación Juvenil, que este año tuvo como lema: “Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad”, y pidió por “la unidad de los argentinos”.
García Cuerva advirtió sobre el 52,9% de pobreza en la Argentina en el primer semestre de 2024, según el INDEC: “Frente a las crisis, los sabios buscan soluciones, los mediocres culpables. Hay muchos mediocres que frente al lacerante y doloroso 52,9% de pobreza se pusieron a buscar culpables”.
El arzobispo de Buenos Aires reclamó: “Desde la casa de María, les pedimos: por favor, únanse detrás de dos o tres temas importantes para los todos los argentinos. Pidamos la humildad de trabajar con otros, de generar consensos y acuerdos y de tender puentes porque lo más valiente que podemos hacer es pedir ayuda y eso no es signo de rendirse, es justamente lo contrario, es negar a rendirse”.
García Cuerva expresó: “No nos rindamos a ser hermanos, a buscar soluciones juntos, a construir una Patria más justa y más fraterna, a liberarnos de prejuicios, odios y enfrentamientos estériles, a seguir confiando nuestras vidas a la Virgen de Luján, que desde hace 50 años el primer fin de semana de octubre, recibe a cientos de miles de peregrinos a quienes abraza con su corazón de Madre, y nos anima a seguir caminando en la vida, cansados, pero no abatidos, golpeados, pero con esperanza y sin bajar los brazos”.
Las frases más destacadas de Jorge García Cuerva en la misa central por la peregrinación a Luján
- “La peregrinación es una marcha con otros, no caminamos solos, aunque quizás haya habido momentos de meditación personal o tramos caminados un poco más a solas. Vivimos una experiencia muy profunda: la secreta alegría solidaria de que ‘todos vamos para el mismo lado´”.
- “Madre, bajo tu mirada, mirada silenciosa que dice más que muchas palabras. Nos miras con ternura, sin juzgar ni reprocharnos nada. Tu imagen parece tener los parpados caídos, como las madres agotadas que por las noches salen a buscar a sus hijos a las calles y pasillos de los barrios atrapados por la droga”.
- “Ojos cansados de Madre al pie de la cruz de sus hijos enfermos, de sus hijos jóvenes angustiados por no poder concretar sus proyectos de vida, y de sus hijos que no llegan a fin de mes para alimentar a sus familias. Pero nunca ojos cerrados, porque Ella sigue guiando e iluminándonos con su mirada. Ella sabe que, al mirar así hacia abajo mira nuestra fragilidad, incluso, parece que nos sigue con su mirada donde quiere que nos coloquemos”.
- “Nos decía el cardenal Jorge Bergoglio en 1999, hoy papa Francisco: nosotros necesitamos de su mirada tierna, su mirada de Madre, esa que nos destapa el alma. Su mirada que está llena de compasión y de cuidado. Venimos a agradecer que su mirada esté en nuestras historias, en esa historia que sólo sabemos cada uno de nosotros, la historia escondida de nuestras vidas”.
- “Madre, mira a tu pueblo cansado, mira a tu pueblo que está haciendo un gran esfuerzo para sostenerse en la esperanza, para ponerse la Patria al hombro y sobrellevar la crisis que nos atraviesa hace años”.
- “Peregrinar es buscar metas, es buscar con otros, porque nos hacemos conscientes que perdimos tanto. Perdimos justicia, perdimos fuentes laborales, perdimos oportunidades, pero acá estamos. Seguimos buscando, no nos vamos a resignar, porque buscamos de la mano de María”.