Se trata de una herramienta digital que busca reemplazar gradualmente las tradicionales recetas en papel. Este nuevo modelo, aunque se establece como la principal vía para la prescripción de medicamentos, permitirá el uso del formato tradicional en situaciones excepcionales a lo largo de este año.
Un sistema más eficiente y transparente
Respaldada por el Decreto 345/2024 del Ministerio de Salud, la receta electrónica tiene como objetivo optimizar el proceso de prescripción y dispensación de medicamentos. Además de reducir errores de interpretación derivados de la escritura manual, esta modalidad promete mejorar la trazabilidad y el control en la entrega de medicamentos en farmacias.
Sin embargo, la implementación no será inmediata. En zonas rurales, áreas con dificultades de conectividad o durante interrupciones del sistema, se podrá recurrir a las recetas en papel. Asimismo, las recetas emitidas en papel antes del 31 de diciembre de este año seguirán siendo válidas hasta que expiren según su plazo habitual.
Requisitos para las recetas electrónicas
La receta electrónica, contemplada en la Ley Nacional de Recetas Electrónicas (27.553) sancionada en 2020, debe cumplir con ciertas condiciones para ser válida. Entre ellas se incluyen:
Identificación del profesional de la salud: nombre, matrícula, especialidad, y domicilio.
Código de barras que permita su lectura digital.
Información del paciente: nombre completo, documento, fecha de nacimiento, sexo, y datos de obra social o prepaga.
Detalles del medicamento: nombre genérico, forma farmacéutica, presentación, cantidad, y sugerencias comerciales (si las hubiese).
Firma digital del médico emisor.
Diagnóstico y fecha de emisión.
Procedimiento para los pacientes
Para obtener sus medicamentos, los pacientes deberán acudir a la farmacia con su DNI y/o credencial de obra social o prepaga. El sistema digital verificará automáticamente la receta en la base de datos, lo que simplificará el acceso a los tratamientos.
El sistema se conecta con la Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (REFEPS) del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), asegurando que las recetas sean emitidas por profesionales habilitados. Además, las recetas electrónicas se almacenarán en repositorios virtuales que funcionarán como enlace entre los médicos y las farmacias.
Implementación por regiones
Actualmente, 17 provincias cuentan con normativa sobre receta electrónica:
Adheridas a la Ley Nacional: Catamarca, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan, Tierra del Fuego y Tucumán.
Con legislación propia: Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Chubut y La Rioja.
Proyectos en curso: Río Negro y Santa Fe.
Adopción parcial: San Luis, Córdoba, Santiago del Estero y Santa Cruz ya utilizan parcialmente la receta electrónica, mientras que La Pampa, Neuquén y Formosa están revisando sus planes normativos.
El avance hacia este sistema digital representa un paso significativo hacia un modelo de salud más moderno, accesible y eficiente, aunque su implementación total dependerá del desarrollo legislativo y técnico en cada jurisdicción.