En un hecho que ha generado un sinnúmero de criticas, el presidente de Argentina, Javier Milei, utilizó el avión presidencial ARG-01 para trasladarse al Derecha Fest, contraviniendo un decreto que él mismo firmó en 2024, el cual prohíbe expresamente el uso de aeronaves estatales para actividades de carácter no oficial.
La medida, presentada como parte de su “plan motosierra” para reducir el gasto público, buscaba limitar el uso de la flota presidencial a fines estrictamente institucionales, en línea con su discurso de austeridad y transparencia.
El pasado martes, Milei vino a Cordoba para asistir a un evento partidario organizado por aliados libertarios, sin registrar actividades oficiales en su agenda, como reuniones con autoridades o anuncios gubernamentales.
Esta acción ha generado críticas, especialmente porque el decreto, basado en el Código Aeronáutico (Ley Nº 17.285), establece que las aeronaves públicas deben destinarse exclusivamente a funciones esenciales del Estado. El diputado nacional Esteban Paulón presentó un pedido de informes exigiendo detalles sobre la comitiva, los recursos públicos utilizados y la normativa que justificaría este traslado.
