El abogado del padre de Guadalupe Lucero no cree que el hombre que confesó el asesinato sea el culpable. Pero sí destacó el testimonio de la niña que se encontraba jugando con ella el día de su desaparición.
Un hombre de 25 años se presentó el miércoles en la Comisaría 2° de la ciudad de San Luis y afirmó haber asesinado a Guadalupe Belén Lucero Cialone, la niña que permanece desaparecida desde el 14 de junio de 2021. Pero la confesión trajo consigo muchas dudas, en parte porque el joven padece esquizofrenia y, según su familia, no es la primera vez que se autoincrimina en un hecho.
El abogado Héctor Zabala, que patrocina al padre de Guadalupe, afirmó hoy a Télam que «el autoincriminado en el caso no utilizó su tarjeta de transporte público para ir o salir del barrio en el que fue vista por última vez la niña» y consideró que sus declaraciones «no resultas verosímiles» para la defensa. De esta forma, descartó que el hombre sea el culpable de la desaparición de la niña de 6 años.
El letrado que representa a Eric Lucero valoró positivamente lo actuado en el peritaje ordenado por la Justicia Federal para reconstruir los hechos, que se realizó «hasta anoche» en la denominada zona «0», donde consideró «pueden surgir elementos valiosos para la causa».
Los rastrillajes comenzaron a raíz de la declaración de este hombre, que se autoincriminó y dio dos versiones diferentes del supuesto crimen: primero dijo que la quemó y tiró sus cenizas en el baño de su casa y luego que la estranguló y la enterró en el Valle de Piedra.
El abogado del padre de Guadalupe consideró que el rastrillaje iniciado ayer en Potrero de los Funes «va a llevar meses, porque el declarante no marcó un lugar determinado sino toda la zona, y las formas de rastrillar de los equipos nacionales se organiza y ejecuta con una logística intensiva y distinta a los que se realizan en la provincia».
El testimonio clave de la niña que vio todo
En contraposición, el abogado Héctor Zabala sí destacó particularmente el testimonio de la niña que fue testigo presencial en la desaparición, «ya que se encontraba en el lugar participando de los juegos junto a Guadalupe» y con esta medida se logró que «señale lugares» y «vuelva a contar lo que vio en la escena de la desaparición, que es mucho más valioso que la declaración que realizó en Cámara Gesell, desestimada en su momento».
«La niña dijo que actuaron cuatro motos, una de ellas procedente del norte y las otras del sur» y, luego, agregó que fueron «un hombre y una mujer quienes se la llevaron», reveló el letrado a Télam.
Asimismo, Zabala destacó que las cámaras de seguridad del negocio que «habría registrado la presencia de esas motos en el barrio, lamentablemente estaba mal configurada por lo que el día y hora del registro no coinciden, como tampoco los horarios denunciados sobre la ausencia de la niña en las inmediaciones donde fue vista por última vez según el testimonio de una maestra que dijo haberla visto sola cerca del descampado».
Fuente: El Destape