Aquella noche de 1992 muchas cosas se quedaron grabadas en el imaginario colectivo: la noticia de la muerte de Diana se convirtió en el peor punto y final de un verano que, para la princesa, había supuesto un renacer vital junto a Dodi Al-Fayed, también fallecido en el accidente. Los momentos posteriores fueron de incredulidad; las horas siguientes, de tristeza, y a medida que avanzaban las horas, todo se tiñó de Diana.
La princesa de Gales moría con solo 36 años, pero la intensidad de su vida pública (especialmente desde que se casara con el príncipe Carlos) dejó muchas, muchísimas imágenes para el recuerdo. Rescatamos algunas de las que se han convertido en imágenes icónicas fácilmente reconocibles.
1. El cuento de hadas
Ella tenía 19 años. Él 32, y en un frío mes febrero se daba a conocer al mundo su compromiso en los jardines del palacio de Buckingham. Con un noviazgo de apenas seis meses, y vestida con una ya icónica chaqueta azul, Diana mostraba un anillo con una piedra del mismo color y sonreía tímida ante las incisivas preguntas de los periodistas. Fue un 24 de febrero de 1981.
2. ‘Sí, quiero’
“Ella sabía cómo quería que fuera. Nosotros le íbamos proponiendo cosas y probando”, nos contaba David Emanuel, diseñador del vestido de novia de Lady Di. El 29 de julio de 1981, el mundo se paró para contemplar la boda real más seguida de la historia: retransmitida por televisión fue vista por 750 millones de personas.
3. La bella durmiente
Apenas habían pasado cuatro meses desde su boda, cuando Diana tuvo que asistir a la inauguración de la exhibición ‘Splendours Of The Gonzaga’ en el museo Victoria & Albert de Londres. Con su aprincesado vestido lila, obra del dúo de diseñadores Bellville Sassoon, la princesa se quedaba frita. Sopa. Traspuesta. Al príncipe Carlos le sentó fatal, al público le resultó tierno, y al día siguiente un comunicado de Buckingham daba a conocer la buena noticia: Diana estaba embarazada de su primer hijo, lo que explicaba, en parte, que la princesa se sintiera doblemente fatigada.
4. Amistades peligrosas
Hubo un tiempo en que Diana y su archienemiga Camila Parker fueron amigas. En el libro ‘La duquesa: Camila Parker Bowles y la aventura amorosa que estremeció a la Corona’, Penny Junor cuenta que Diana visitaba a menudo la casa de campo de Camila y Andrew. En la imagen vemos a las dos mujeres de la vida de Carlos yendo a verle competir a las carreras de Ludlow. Morton relata que Diana empezó a sospechar de Carlos y Camila ya durante su compromiso.
5. El heredero
En 1982 Diana presentaba a su primer hijo. En el libro de Nigel Cawthorne ‘Call Me Diana’, el escritor y periodista recogía las impresiones de Lady Di de aquellas dos jornadas cuando, tras el parto, tuvo que posar para los medios de comunicación. Según lo recogido en el libro, la ‘princesa del pueblo’ recordaba que “apenas podía caminar” y que “estalló en lágrimas” cuando todo terminó. “Fue un gran esfuerzo pararse allí y sonreír aunque solo fuera por unos minutos».
6. Los veranos mallorquines
El 7 de agosto de 1986, Diana, Carlos, Harry y Guillermo llegaban a la base aérea de Son Sant Joan, en la isla de Mallorca, invitados por el rey Juan Carlos y la reina Sofía. El matrimonio cumple su quinto aniversario de boda y ya se presiente la oscura sombra de la crisis. Los príncipes de Gales volverían en 1987, 1988 y 1990. “El primer viaje a Mallorca lo pasé entero con la cabeza en el váter. Lo detesté”. Se lo contó Diana a su amigo el periodista Andrew Morton. “Todos estaban obsesionados con que Carlos era la criatura más maravillosa del mundo. ¿Y quién es la chica que viene con él? Yo sabía que llevaba dentro algo que no les dejaba ver y que no sabía usar, no sabía enseñarles. Me sentí incomodísima”, relataba Morton.
7. El baile con Travolta
El príncipe Carlos y su por entonces mujer, Diana de Gales, realizaron un viaje de Estado oficial por Estados Unidos en 1985. Entre los numerosos actos y compromisos públicos que protagonizó la pareja, uno de los más recordados fue la noche en la que acudieron a una cena de gala y su baile posterior en la Casa Blanca. Allí el presidente Ronald Reagan y su esposa, Nancy, recibieron al matrimonio real junto a un exclusivo y selecto grupo de celebridades y personalidades relevantes del país, entre ellos John Travolta. Según cuentan, fue el propio actor quien arrastró a la princesa Diana a la pista de suelo adamascado.
8. Diana en la Expo
El 21 de mayo de 1992, los príncipes de Gales, Carlos y Diana, presidían el Día Nacional del Reino Unido en la Exposición Universal de Sevilla. Miles de personas seguían a la pareja y la coreaban (sobre todo a la princesa) a gritos de “guapa, guapa” y «¡Lady Di, mira pacá!». La visita se produce en el punto final de su matrimonio. Las lágrimas de Diana en Sevilla protagonizaron una anécdota que nos contó María Teresa Otero (responsable de la División de Días Nacionales en la Expo de Sevilla), que tuvo que prestarle su pañuelo. «No estaba en su mejor día. Su padre había muerto poco antes, estaba candente el conflicto con Carlos, se puso a llorar. Abrió su bolso y no llevaba pañuelo. Le rogué que se quedara con él. Esa misma noche me lo devolvió limpio, planchado y reluciente».
9. La imagen del renacer
De todas las portadas que protagonizó la princesa, una de las más icónicas fue la de ‘Vanity Fair’. Retratada por el fotógrafo Mario Testino, una sonriente Lady Di lucía resplandeciente, como si estuviera logrando renacer después de su traumática crisis matrimonial, a pesar de que reconocía en la revista lo mucho que le estaba costando reponerse de todo aquel tsunami mediático y sentimental.
10. Sororidad
Durante un tiempo fueron el aire fresco de Buckingham. Diana reveló a su biógrafo Andrew Morton que Fergie “sedujo a todos los miembros de la familia real y lo hizo tan bien que me hizo sombra”. Fueron amigas incluso después de sus respectivas rupturas, aunque en la recta final de la vida de Diana, las amigas no habían hablado en el último año.
En su libro autobiográfico ‘Finding Sarah’, la duquesa describió a Lady Di como la persona que más le hacía reír: «Íbamos de vacaciones juntas con nuestros hijos. Tristemente, al final no habíamos hablado durante un año, aunque nunca supe la razón, excepto que algo se le metió a Diana en la cabeza, y cuando esto sucedía, era casi imposible hacer que cambiara de idea».
11. La portada que nunca salió
Un bañador azul celeste. Una gaviota. Una mujer sentada en el borde de un trampolín. El vértigo de lo que ha de llegar. La mirada atrás de lo que deja en su pasado. Esta imagen, tomada en Portofino por el paparazzi Stephane Cardinale el 24 de agosto de 1997, exactamente una semana antes su muerte, estaba llamada a ser la portada del primer número de septiembre de la revista ‘Hello!’ con el título ‘La soledad de Diana’. La muerte de la princesa frustró esa portada.
12. La soledad del Taj Mahal
Un 11 de febrero de 1992, la princesa se hizo esta fotografía sin su esposo, sin su sonrisa y sin esperanzas. La imagen fue tomada por el fotógrafo Anwar Hussein, y aunque hubo muchas otras instantáneas que reflejaban la visita de la princesa al monumento, esa fue la elegida para documentar ese momento histórico. «No sabíamos si vendría. Nos hizo esperar durante mucho tiempo», explicaba el propio Anwar refiriéndose al príncipe Carlos. «Hacía mucho mucho calor allí. Parecía triste y sabía hacia dónde iría la historia», recuerda Hussein años después. “Era muy inteligente. Hubo otras fotos tomadas ese día en otro banco cuando parecía estar contemplando las cosas».
13. La familia perfecta
Durante un tiempo, esta estampa fue la imagen de una pareja que hacía pensar en un futuro perfecto. Luego las cosas se fueron torciendo, mucho. La pareja se rompió, los hermanos se distanciaron, Carlos no llegó al trono que veía al alcance…
14. Realeza y santidad
En febrero de 1992, Diana vivió un momento inolvidable al reunirse por primera vez con Teresa de Calcuta, una misionera volcada en ayudar a los más desfavorecidos. El encuentro duró tan solo 30 minutos, pero fue suficiente para que ambas pusieran las bases de una amistad que duraría hasta el final de sus días. Fueron amigas en vida y la muerte les llegó con solo cinco días de diferencia.
15. Diana y el sida
“Cuando en abril le dio la mano a un hombre de 32 años enfermo de sida, delante de las cámaras, sabía exactamente lo que estaba haciendo. Estaba usando su posición como princesa de Gales –la mujer más famosa del mundo– para retar a todo el mundo a educarse a sí mismo, encontrar su compasión y llegar a aquellos que necesitaban ayuda en lugar de echarlos”, declaró el príncipe Harry, su hijo pequeño, hace un par de años, en una gala por la lucha contra el sida. Esta imagen sirvió para intentar desestigmatizar una enfermedad que en 1987 azotaba el mundo.
16. Encuentro de princesas
En marzo de 1981 se produjo un encuentro entre dos estrellas de la realeza europea: una emergente y otra asentada. Entre ellas hubo un entendimiento inmediato. Estamos en marzo de 1981. En un acto en el Goldsmith Hall de Londres, con una Diana aún soltera. Según cuenta el periodista y escritor J. Randy Taraborrelli, biógrafo de la princesa, Grace Kelly notó a Diana muy nerviosa y le pidió que la acompañara al baño. Es ahí donde la futura esposa de Carlos le confiesa a la exactriz que se siente incómoda, por un lado porque lleva un vestido demasiado atrevido y por otro porque le inquieta la idea de convertirse en objetivo de la prensa. Diana había tenido un desencuentro con su marido por el vestido que lucía, según su prometido, ‘inadecuado’.
17. Solidaria
Fue en enero de 1997 cuando visitó la zona de Huambo, también en Angola, aunque a unos kilómetros de donde estuvo también Harry. La princesa de Gales se convirtió entonces en la cabeza visible de la lucha contra este tipo de artefactos y dio voz a las víctimas, visitando a personas mutiladas en sus casas para hacer ver la gravedad del problema. La imagen fue reproducida años después por su hijo menor.
18. Segundas oportunidades
Qué habría pasado si Dodi y Diana hubieran salido ilesos de aquel terrible accidente de coche es algo que nunca se sabrá, pero lo que la pareja esperaba que pasase en los últimos meses de 1997 sí lo sabemos. Inmersos en su romance, Dodi había comprado un impresionante anillo a Diana que ella comenzaría a lucir sin secretos a partir del 1 de septiembre. Al menos
19. De niñera a princesa
Antes de que se convirtiera en la princesa más fotografiada del mundo, Diana Spencer trabajó como niñera. Esta es una de las imágenes que se conservan de aquella época, y una de las que después serviría de inspiración para la estatua que se inauguró hace un año.
20. El vestido de la venganza
Una de las imágenes más potentes de la princesa, por lo que vemos y por lo que dice. El mismo día en que Diana estaba invitada a una fiesta, el mundo escuchó las confesiones de Carlos sobre la existencia de Camila y todo lo malo de su matrimonio con Diana («fui fiel hasta que tuve claro que nuestro matrimonio estaba irreparablemente roto»). El ‘little black dress’ que lució la princesa la tarde noche de un 29 de junio de 1994 para asistir al Serpentine Gallery en los jardines de Kensington decía: no solo no me escondo, sino que tengo mucho que mostrar y más que decir. La imagen dio la vuelta al mundo.
21. Amor de madre
La relación de Diana con Harry y Guillermo fue siempre muy estrecha. «Vivo para mis hijos. No sé qué haría sin ellos», declaró en más de una ocasión. Ellos fueron su gran apoyo en los momentos más difíciles de su matrimonio con Carlos. La princesa fue el primer miembro de la casa real británica al que pudimos ver desempeñando tareas tan cotidianas como llevar a sus hijos al colegio, disfrutar de un día en la nieve o pasarlo en grande en un parque de atracciones.
22. Como una estrella
Está considerado como uno de los mejores looks vistos en el Festival de Cannes. La princesa Diana aparecía en la alfombra roja del Festival de Cannes de 1987 portando este, ya mítico, vestido azul con palabra de honor de Catherine Walker, su diseñadora de cabecera, con un fular a juego. Fue la primera y única vez que acudió al certamen de cine y el modelo fue subastado en 2013 por 100.000 euros.
23. Run, Diana, run
Quizás ahora nos parezca más normal ver a un miembro de la realeza mezclándose con el pueblo para participar en una fiesta popular o tomar parte en una competición escolar, pero Diana fue (también) precursora en este tipo de pequeñas muestras de naturalidad que le valieron el apodo de ‘princesa del pueblo’.
24. Toma final
Es la última imagen de la princesa con vida. Corresponde a las cámaras de seguridad del hotel Ritz, propiedad de la familia Al-Fayed, donde estaban alojados justo antes de subirse en el coche que acabaría estrellado en el túnel bajo el puente del Alma de París.
25. El recuerdo
Este año, miles de británicos se acercarán a las puertas del palacio de Kensington, la que fuera residencia de la princesa, para depositar flores, como lo han hecho en años anteriores.
Fuente: https://www.vanitatis.elconfidencial.com/