Las medidas de protesta continuaban este viernes en reclamo de viandas de calidad nutricional, mejor infraestructura edilicia y en contra de las prácticas laborales en empresas. «Los chicos están pidiendo ser escuchados. Hay que dar respuestas a estas demandas que no son tan difíciles de resolver, escuchando y hablando», aseguró el ministro de Educación.
Las agrupaciones estudiantiles que lideran la toma de once colegios y las actividades de protesta en 15 establecimientos ratificaron la continuidad de las medidas, las causas y reiterados pedidos de diálogo a las autoridades educativas porteñas y criticaron el envío de policías a los domicilios.
Representantes de la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), la Unión de Centro de Estudiantes Secundarios (UnCES) y de la Red Nacional de Centros de Estudiantes (ReNaCE) explicaron los motivos de las tomas y la movilización a la que se sumarán el 4 de octubre próximo junto al gremio docente de UTE
En el edificio escolar que comparten el Liceo 15 «profesor Pascual Guglianone» y la Técnica 8 «José Antonio Álvarez Condarco» sobre la avenida Carabobo en el barrio de Caballito, los estudiantes exigieron a las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires la apertura de canales de diálogo.
Zoe Varela, estudiante de la escuela de teatro «Niní Marshall», leyó un comunicado de la CEB que recordaba que las tomas «llegaron después de numerosos pedidos de diálogo y de que las autoridades se negasen siempre a construir una mesa para trabajar sobre las grandes falencias en las condiciones edilicias, en las viandas y en todo si sistema educativo».
«No podemos cursar en edificios en los que no hay agua o en los que se caen los techos, hace cuatros meses se cayó una pared en la escuela 8 del distrito escolar 10 y de casualidad no terminó en tragedia», explicó
La alumna dijo que también necesitan «viandas de mejor calidad y en mayor cantidad que superen el actual servicio ineficiente que está en manos de pocos proveedores que entregan sánguches de paleta y queso congelados y en varios casos en mal estado», detalló.
«También tenemos que discutir el actual sistema de prácticas laborales inconsultas, para que no pase como con los estudiantes del Lengüitas a los que llevaron a un hotel con el pretexto de practicar los idiomas que estudian y terminaron lavando platos; queremos ser partícipes del planeamiento de esas actividades», agregó.
Otro de los representantes de la CEB apuntó que «la escalada de violencia es culpa de Rodríguez Larreta y Acuña que mandan a la policía a buscarnos a nuestras casas, pedimos que se nos escuche y de respuesta a problemáticas que vienen desde hace tantos años»
«Las tomas no son un objetivo para nosotros, es una pena que solo nos presten atención cuando llegamos a las tomas, las puertas de nuestros colegios van a estar siempre abiertas para dialogar», destacó
Los estudiantes destacaron que se sumarán este 4 de octubre a la movilización que organziará la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) en reclamo por mejoras en las condiciones salariales y laborales.
Ayrton, presidente de la UnCES dijo: “Rodríguez Larreta, que nos mandó a la policía a nuestras casas y les labró contravenciones y multas a nuestras familias, ahora dice que va a ser más estricto y duro; yo me pregunto ¿a qué se refiere, que planea hacer que sea más duro que mandarnos la policía?”.
“La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, dice que no van a dialogar con los estudiantes que toman escuelas, no nos mientan, si antes de las tomas tampoco dialogaban con nosotros», aseguró.
Camila, secretaria general de la ReNaCE, distribuyó entre los periodistas fotografías de viandas en mál estado y problemas de infraestructura de diferentes escuelas.
“Rodríguez Larreta no dijo nada cuando una estudiante de 11 años se murió de hambre, y nosotros desde antes de eso veníamos denunciando en que situación estábamos y el 31 de agosto nos movilizamos, sería bueno que en algún momento nos escuchen y se sienten a dialogar”, agregó.
“Al ‘Mariano Acosta’ le cortaron la luz ni bien lo tomaron y la persecución sobre la presidenta de su centro de estudiantes es horrible; nos quieren apagar a todos, pretenden que dejemos de participar y para eso nos persiguen, pero no les tenemos miedo porque somos sujetos políticos y queremos seguir dialogando porque tenemos derecho a pensar la educación que queremos”, finalizó.
Los estudiantes informaron que este viernes permanecían tomados las escuelas «Lengüitas», «Avellaneda», «Pascual Guglianone», «Lorca», «Esnaola», «Belgrano», «Yrurtia», «Moreno», «Padilla», «Walsh» y «Moreno».
La conferencia de prensa fue acompañada por familias, docentes y también estudiantes de otras quince escuelas que no están tomadas pero sostienen medidas de protesta, mientras que varios automovilistas acompañaron la actividad con bocinazos de apoyo.
Francisco, estudiante del Lengüitas, tomó el micrófono para reclamar: “pedimos un freno a la violencia, primero nos encontramos con dos personas ajenas a la escuela filmando a las familias que nos acompañaban en la vereda, después una compañera fue agredida y escupida en la cara por una mujer a la que se le cayó un cuchillo, en vez de perseguirnos deberían cuidarnos”.
Valentina, estudiante del “Rogelio Yrurtia” añadió: “en nuestro colegio se quiso meter gente que no conocemos, pero además de lo que nos pasa en las tomas, de los problemas de infraestructura y de las viandas necesitamos discutir las pasantías; a los estudiantes de las escuelas artísticas nos mandan a hacer 60 horas de trabajo gratuito a Rappi que es algo no tiene nada que ver con lo que hacemos ni nos deja ninguna experiencia útil”.
Al cerrar la conferencia de prensa, una estudiante del Liceo 15 enfatizó: “ninguno de nosotros quiere estar acá, hace cuatro días que duermo en un aula fría en la que hay una gotera de las cañerías cloacales; no hacemos esto porque nos guste, buscamos desde hace tiempo varias instancias de diálogo y llegamos hasta acá gritando porque el gobierno porteño no se hace cargo de la educación”.
El frente del edificio que comparten el Liceo 15 y la Técnica 8 lucía carteles y afiches con consignas como “Motivos de la toma: viandas dignas, basta de recorte y persecución, y trabajo gratis no es educar”, “No acaparen nuestros sueños”, “No a la reforma educativa”, “Con hambre y sin techo no se puede estudiar”, “No a las pasantías obligatorias”, “No a la persecución a centros de estudiantes”, “Escuela en lucha porque Larreta no escucha”, “Basta de recorte docente”, o “Tenemos derecho a reclamar por nuestra educación”.
En la fachada del edificio colgaban las banderas de la UnCES y del centro de estudiantes del Liceo 15 con la consigna “Educar es Combatir”, mientras que en la reja perimetral los docentes de esa escuela colgaron un documento con el mensaje “Sin diálogo no hay democracia”. A un costado, un cartel de unos dos metros de ancho por dos metros de alto del gobierno porteño indicaba: «estamos mejorando la escuela técnica. Plan 54 nuevas escuelas”.
La palabra del ministro Perczyk
El ministro de Educación, Jaime Perczyk, sostuvo que «hay que responder las demandas de los alumnos» en el contexto de las protestas en las escuelas públicas porteñas, en una veintena de las cuales continuaban este viernes las tomas, abrazos simbólicos o pernoctes organizados para sostener variadas demandas.
«Los chicos están pidiendo ser escuchados. Hay que dar respuestas a estas demandas que no son tan difíciles de resolver, escuchando y hablando», aseveró Perczyk, quien resaltó que «la responsabilidad de la escuela la tenemos los adultos».
Añadió que la Ciudad de Buenos Aires «tiene una situación distinta a la de las provincias» y planteó que el reclamo de los alumnos está orientado a «alimentación, estructuras y prácticas profesionales».
«Los chicos están pidiendo ser escuchados. Hay que dar respuestas a estas demandas que no son tan difíciles de resolver, escuchando y hablando»
Jaime Perczyk, ministro de Educación
En declaraciones a C5N, fue consultado acerca de las demandas por las prácticas profesionales que deben realizar los alumnos del último año de la secundaria.
«No cualquier cosa es una práctica. Hay que preparar a los chicos para el trabajo, pero los chicos dicen que no los preparan para el mundo del trabajo», respondió.