Derribar falsas creencias y ampliar la mirada sobre quiénes son realmente las niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales que esperan una familia son los principales desafíos que plantea Alejandra Shanahan, directora nacional de Promoción y Protección Integral de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, en el Día Internacional de la Adopción.
“Es mucho papeleo”; “Si adopto adolescentes no van a ser como yo”; “Hay que tener mucha plata o una casa propia”; “Hace años que me anoté y nunca me llaman”; “Habiendo tantos chicos viviendo en hogares no se entiende”; “Se tarda años, es imposible”. Estos son solo algunos de los principales mitos que siguen circulando sobre la adopción en la Argentina y que tienen un efecto directo sobre las niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales que esperan una familia, ya que hacen que muchas personas desestimen inscribirse.
Derribarlos y poner el foco “en el derecho de las chicas y chicos a desarrollarse y vivir en una familia, como señala el Código Civil y Comercial”, es para Alejandra Shanahan, directora de Promoción y Protección Integral de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), uno de los grandes desafíos.
Según datos recientes de Unicef y la Senaf, en la Argentina hay 2.199 chicas y chicos en situación de adoptabilidad decretada, y casi la mitad son bonaerenses o porteños. El 75% tiene entre 6 y 17 años y más de un 10% presenta algún tipo de discapacidad o enfermedad permanente. Es una realidad que no se corresponde con la disponibilidad adoptiva de los 2.373 legajos admitidos en los registros del país, de los cuales el 88% se postula para niños de hasta 2 años; solo un 18% aceptaría chicos de hasta 8 y apenas el 1% a mayores de 12, según datos de la Dirección Nacional de Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Dnrua).
En función de analizar estos números y destrabar ese desencuentro, Shanahan explicó que se trabajó en la campaña nacional «Crecer en familia es un derecho. #Elegí adoptar», que lleva adelante la Senaf junto al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. La propuesta se enfoca en los principales mitos, en sensibilizar a la sociedad para repensar el modelo de adopción y en brindar información para ampliar la cantidad de personas dispuestas a adoptar niñas y niños de más de 8 años, con discapacidad o problemas de salud y grupos de más de tres hermanos.
Creencias arraigadas
MITO: “TODOS LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS QUE ESTÁN EN HOGARES ESTÁN ESPERANDO A SER ADOPTADOS”.
REALIDAD: de los 9.700 chicos y chicas con medidas excepcionales que viven en hogares o en dispositivos institucionales, solo 2.200, es decir, el 24%, tienen la adoptabilidad decretada. “La adoptabilidad se determina solo cuando es imposible el retorno con la familia de origen o ampliada y están preparados emocionalmente para hacerlo”, precisó la directora nacional de Promoción y Protección Integral de Niñez.
MITO: “ES MUCHO EL PAPELEO Y SE DEMORA AÑOS»
REALIDAD: la inscripción es gratuita, personal y no requiere de intermediarios ni abogados y, en general, es documentación fácil de reunir y con “pocos requisitos”, según resaltó Shanahan. Respecto a los tiempos, la funcionaria planteó que depende mucho de la voluntad adoptiva que manifiestan las personas al inscribirse. “Esto tiene que ver con que 8 de cada 10 personas eligen adoptar niños, niñas menores de 6 años”, subrayó. A su vez, de cada 100 familias inscriptas, solo 17 adoptarían a chicas y chicos con discapacidad o con problemas de salud, apenas 2 lo harían con grupos de tres o más hermanas y hermanos y solo 1 se vincularía con adolescentes. Por eso, la campaña está enfocada en este punto: lograr que haya más personas dispuestas a ahijar a estas niñeces.
MITO: “SI ADOPTO ADOLESCENTES NO VAN A SER COMO YO”
REALIDAD: nunca los hijos son como uno, hay que dejar ese miedo de lado. Cualquier paternidad y maternidad se trata de respetar, aceptar y amar. “En relación a las y los adolescentes también se da una particularidad: quieren una familia, la están buscando. Por eso, necesitamos generar esa posibilidad”, señaló Shanahan, para quien el miedo a “no poder moldear a esos chicos y chicas más grandes” es posible de trabajar y así entender que, al igual que con los más chiquitos, es viable construir un vínculo amoroso y respetuoso.
La funcionaria indicó en este punto algo que considera muy importante: la articulación entre los organismos de niñez y las familias para derribar los miedos. En ese sentido, mencionó uno de los videos de la campaña. Es la historia de María Victoria, una adolecente que hoy tiene 18 años y que fue adoptada a los 13. Su mamá relata que tenía muchos temores y prejuicios, y que gracias a despejarse las dudas se dio cuenta de que todo eso que imaginaba era “una ficción”. “Una no se convierte en mamá por un embarazo y un parto. Yo empecé a ser mamá de Vicky el primer día que ella tuvo miedo a una tormenta, se vino a mi cama y yo la abracé y la envolví en la sábana”, cuenta la mujer, mientras su hija asiente. Y también explica que el proceso adoptivo, “al contrario de lo que dice todo el mundo”, le llevó “escasos 9 meses”.
MITO: “SI ESTÁS EN PAREJA O TE CASASTE TENÉS MAYORES POSIBILIDADES”
REALIDAD: todas las personas mayores de 25 años pueden inscribirse: solas –de todos los géneros e identidades–, matrimonios igualitarios o familias con hijos. Los especialistas destacan que si hay más conformaciones familiares, habrá más inscriptos que respondan a las realidades y necesidades de las chicas y chicos en situación de adoptabilidad, que a veces se pueden vincular mejor con una familia monoparental, por ejemplo.
MITO: “HAY QUE TENER MUCHA PLATA Y UNA CASA PROPIA”
REALIDAD: muchas personas tienen miedo de no estar a la altura y creen que hay requisitos de ingresos mínimos o determinadas condiciones de vivienda. No hay que ser propietario ni tener ingresos muy altos, sino poder garantizar los gastos que lleva la crianza de un niño o una niña. Si es una pareja, pueden trabajar o no los dos.
Por último, la funcionaria de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, informó que están trabajando para incrementar la coordinación en los territorios de los organismos de protección y de niñez, los ministerios de Justicia, los registros de adoptantes, los ministerios públicos y los juzgados. “Es algo fundamental para fortalecer los procesos de adopción, para evitar demoras y también los fracasos en las vinculaciones, algo que es muy doloroso tanto para las chicas y los chicos, como para las familias”, concluyó Shanahan.
Fuente: Télam