El jugador de 27 años se enfrentará este sábado, desde las 12 de Argentina, con el número uno local Emil Ruusuvuori; a continuación chocará Francisco Cerúndolo con Otto Virtanen.
La temperatura marca nada más que cuatro grados bajo cero de máxima. El frío resulta extremo, pero el equipo argentino de Copa Davis ya calentó los motores para encarar una serie crucial de visitante ante Finlandia, por los Qualifiers que entregarán un pasaje directo a las Finales, en el Espoo Metro Arena, en la costa sur del país, bajo techo y sobre una cancha dura de velocidad media-rápida.
El sorteo de este viernes decretó que Pedro Cachín (68° del mundo), el segundo singlista designado por el capitán Guillermo Coria, abrirá la eliminatoria este sábado, desde las 12 de la Argentina, ante el número uno local Emil Ruusuvuori (43°), en lo que será su debut absoluto con la camiseta nacional –será el 87° jugador en la historia del equipo argentino–. El segundo punto lo jugará, a continuación, el líder visitante Francisco Cerúndolo (31°) frente a Otto Virtanen (181°).
El domingo, con actividad desde las 8 de Argentina, se jugará el doble y, en caso de ser necesario, los dos singles restantes. En el punto del medio actuarán los doblistas Máximo González (45°) y Andrés Molteni (36°) contra el especialista Harri Heliovaara, número diez del mundo en duplas, y el propio Ruusuvuori. Cerrarían, en dos choques a confirmar, Cerúndolo contra Ruusuvuori y Cachín frente a Virtanen.
«Estoy contento porque soñé con esto toda mi vida. Contra Ruusuvuori será un partido difícil. Trataré de jugar como lo vengo haciendo estos días, trabajando duro, entrenando muy bien. Creo que podemos dar una sorpresa. Sabía que, si me tocaba jugar, sería contra él. Los capitanes me dijeron cómo juega y cómo poder entrarle» comentó el cordobés de 27 años, que le ganó la pulseada del single dos a Facundo Bagnis (88°) por decisión de Coria y sus asistentes Martín García y Leonardo Mayer.
Cerúndolo, por su parte, reflexionó luego del sorteo: “Hay que salir a la cancha, dar lo mejor y tratar de ganar. Ojalá Pedro consiga una victoria y yo pueda salir a la cancha con una ventaja de 1-0. Tenemos buenas chances, estamos jugando bien y podemos hacer una buena eliminatoria. Tengo que estar centrado en las primeras pelotas, jugar agresivo, cansarlo (a Virtanen) y tomar la iniciativa cuando pueda».
«El sorteo es sólo eso: un sorteo. No teníamos ninguna preferencia en el orden de juego. Lo bueno es que Pedro, que debuta, sabe el horario que juega y eso es mejor para manejar su ansiedad. Ahora es el momento de concentrarse y visualizar los partidos. La cancha es rápida, sí, pero se puede jugar. La pelota es dura y eso te permite jugar un poco más; el juego se hace más lento, pero la pelota pica poco y te obliga a jugar agachado», analizó Coria, que debió armar un equipo con tres fuertes bajas: Diego Schwartzman, Horacio Zeballos y Sebastián Báez.
La cancha del Espoo Arena, cuya velocidad Argentina recién pudo probar este jueves, luego de un recital de heavy metal –hasta entonces se entrenó en el Tali Tennis Center, un complejo alternativo con 22 canchas techadas–, está construida sobre una base de madera con pintura especial, debajo de la cual asoma el hielo, dado que allí suele jugarse la liga de hockey.
Fue confeccionada por una firma danesa que trabaja con superficies desmontables para torneos como los ATP de Viena, San Petersburgo y Colonia o los WTA de San Petersburgo y Budapest. Consta de una capa de espuma y una subbase de madera que se recubre con el revestimiento superficial final. El sistema está pre-revestido para tenis, lo que permite una jugabilidad inmediata después del montaje, según informó la Asociación Argentina de Tenis (AAT). La velocidad es «middle fast 4», el penúltimo nivel en la escala de cinco escalones elaborada por la Federación Internacional de Tenis (ITF).
Para Coria, quien debutara en la silla en marzo de 2022 en la victoria como local ante República Checa, el choque ante Finlandia representará un desafío mayúsculo con vistas al futuro inmediato, por la posibilidad concreta de volver a jugar las Finales, y porque viene de sufrir un profundo cachetazo en última fase de grupos de las Finales en Bologna, en septiembre pasado, en la que su equipo siquiera pudo ganar un partido de singles –perdió contra Suecia, Italia y Croacia–. Aquel certamen configuró una fallida experiencia en la que quedaron expuestas ciertas falencias en la capitanía, sobre todo ante roces internos. El devenir, según el resultado y el desarrollo en Finlandia, podría poner muchas cosas en juego.
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Fuente: Página 12