No había llegado a cumplir el total de la primera condena porque los jueces le dieron el beneficio de la libertad condicional.
Un hombre pasó los últimos 13 años preso en una cárcel de Misiones tras ser condenado por violación y, 38 días después de ser excarcelado, lo denunciaron por el abuso sexual de la hija de 11 años de su pareja.
Se espera que en las próximas horas la Justicia anule su libertad condicional.
Si vuelve a ser condenado, se lo considerará reincidente y tendrá que cumplir los poco más de cinco años que le quedaban pendientes de la primera sentencia, además de la nueva pena que reciba.
A Gerula lo apresaron por primera vez en septiembre de 2009, acusado por secuestro y violación, delitos por el que el Tribunal Penal 1 de Posadas lo condenó a 18 años de prisión.
Quedó alojado en la Unidad Penal de Loreto, con una pena que se extinguía en 2027.
Sin embargo, y a pesar del informe negativo del Servicio Penitenciario, logró acceder a la libertad condicional tras cumplir las dos terceras partes de la sentencia.
Pero los jueces basaron su decisión de otorgarle el beneficio en la supuesta buena conducta que Gerula dentro del penal y la adaptación al trabajo en el sector de carpintería.
Aunque el condenado recibió el ofrecimiento de una prima para alojarse con ella al salir de prisión, decidió mudarse a la casa de una mujer, que dijo ser su pareja, en la localidad de Alba Posse.
A los 38 días de eso, esa misma mujer lo acusó por el supuesto abuso sexual de su hija de 11 años.
Eso ocurrió en abril pasado y a fines de mayo Gerula fue detenido. La semana pasada se escapó de la comisaría, junto a otro recluso, y fue recapturado poco después en una zona rural.