El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos alertó este miércoles por un «clima de crecientes amenazas» relacionadas con «extremistas violentos» opositores al flamente presidente, Joe Biden.
La semana anterior Washington DC llevó adelante un impresionante operativo de seguridad durante la asunción de Biden y Kamala Harris por temores a un ataque de grupos de extrema derecha similares a los que tomaron el Capitolio el 6 de enero.
A pesar de eso, en un comunicado la oficina gubernamental consideró que la amenaza de un ataque «persistirá en las semanas posteriores a la exitosa investidura presidencial».
Según el comunicado, los extremistas violentos crearon crecientes amenazas en Estados Unidos durante el último año, impulsados por las restricciones impuestas por la pandemia, la derrota de Donald Trump en noviembre, la brutalidad policial y la inmigración ilegal.
No obstante la derrota de los republicanos en las elecciones, el gobierno norteamericano cree que podría seguir existiendo la amenaza y que la toma del Capitolio podría animar a los extremistas a «apuntar a funcionarios electos e instalaciones del gobierno».
Más de 150 personas, incluidos miembros de grupos armados extremistas, fueron detenidas desde el ataque, calificado de insurrección por las autoridades y que dejó cinco muertos.