De esta manera, el Gobierno suma dólares frescos para sostener las reservas del Banco Central durante el año electoral y ante la merma que significó la histórica sequía.
Con el dólar blue disparado hacia los 400 pesos, el Gobierno recibió hoy por fin noticias alentadoras en su batalla por no convalidar una devaluación que ya ocurrió en casi todos los sectores de la economía con excepción de los vinculados al comercio exterior.
La agroindustria liquidó US$ 573,9 millones, y se acumularon US$ 668 millones en esta tercera etapa de dólar diferencial, en este caso a $300.
Por las dudas, el BCRA salió a aclarar que la compra de divisas es solo uno de los factores que inciden en el nivel de reservas internacionales.
Alude así al hecho de que los importadores están haciendo todo lo posible por llevarse los dólares baratos que aún quedan.
El BCRA logró hacerse de un saldo de US$ 332 millones destinado a robustecer reservas.
Esta cifra, es la más alta registrada en liquidaciones diarias desde la que se alcanzó en el final del primer dólar soja, en septiembre del año pasado.
Con esta compra, el Banco Central logró reducir su sangría a US$ 181 millones vendidos en el mes y bajó también su rojo desde que comenzó 2023 a US$ 3.159 millones.
La expectativa del mercado es que, puesta a andar la maquinaria del «dólar agro», el organismo que preside Miguel Pesce recupere posiciones, aunque advierten que este programa no incrementa las exportaciones, sino que las adelanta.
Como pasó en el dólar soja 1 y 2, lanzados en septiembre y en diciembre de 2022, el temor es que el Central «compre caro» lo que más temprano que tarde «termine vendiendo barato».
El organismo continua acelerando su ritmo diario de devaluación y el dólar mayorista finalizó a $214,24, lo que implica un salto de $3,46 desde el cierre del viernes, la corrección semanal más alta de 2023.
Las otras novedades positivas llegaron desde el exterior: Sergio Massa anunció que el directorio del BID aprobó un préstamo de US$ 600 millones y que US$ 200 millones serán desembolsados en una primera instancia.
De esta manera el Gobierno podría apuntalar las reservas brutas del Central, que ayer cerraron en US$ 37.210 millones.
Además, el ministro de Economía cerró una línea de financiamiento de US$ 500 millones del Fondo Saudita para el Desarrollo.
De esta manera suma dólares frescos para sostener las reservas del Banco Central durante el año electoral y ante la merma que significó la histórica sequía.
El préstamo será destinado a cubrir el financiamiento de obras de infraestructura y fue firmado por Massa y el Sultan Abdulrahman Al Marshad, CEO del Saudi Fund for Development.
El financiamiento del Fondo Saudita será dirigido a los sectores de salud alimentaria y energía, entre los que se destaca el Gasoducto Néstor Kirchner.
Asimismo, entre los proyectos financiados se destaca el financiamiento de líneas de transmisión eléctricas y proyectos provinciales de Garantía Soberana.