El presidente estadounidense reveló también un plan para comprar petróleo para recargar la reserva de emergencia, cuando los precios caigan a 70 dólares por barril.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este miércoles oficialmente la venta de 15 millones de barriles adicionales de la Reserva Estratégica de Petróleo en diciembre, una decisión con la que busca bajar el precio de los combustibles frente a los recientes recortes de producción anunciados por las naciones que integran la OPEP y con las elecciones de medio mandato de fondo.
«Con esto vamos a seguir estabilizando los mercados y bajando los precios en un momento en que las acciones de otros países han causado tanta volatilidad», confió Biden.
La decisión completa de la liberación de 180 millones de barriles autorizada por Biden en marzo, que inicialmente se suponía que ocurriría en seis meses, envía la reserva estratégica a su nivel más bajo desde 1984.
El Ejecutivo considera que se trata de un «puente» hasta que se pueda aumentar la producción nacional. La reserva ahora contiene aproximadamente 400 millones de barriles de petróleo.
Justamente, en su discurso en la Casa Blanca el mandatario reveló el plan para comprar petróleo para recargar la reserva de emergencia, cuando los precios caigan a 70 dólares por barril.
«Recargar la reserva a 70 dólares el barril es un buen precio para las empresas; es un buen precio para los contribuyentes y es fundamental para nuestra seguridad nacional», dijo Biden.
Según la cadena CNN, el presidente también pidió al Congreso que apruebe la reforma de permisos para acelerar la puesta en marcha de proyectos de energía sostenible.
El anuncio de la venta extra de barriles -menos petróleo del que usa EEUU en un solo día- se produce menos de tres semanas antes de las elecciones, y marca otro intento sin precedentes de la Casa Blanca de equilibrar los mercados petroleros mundiales.
A los problemas energéticos que generó la intervención de Rusia en Ucrania se sumó decisión de la OPEP de reducir los objetivos de producción de petróleo y dejar de lado las refinerías, lo que también derivó en nuevas presiones en el mercado.
«Quiero asegurarme de que puedo seguir impulsando lo que he estado impulsando, y eso es asegurarme que las empresas bombean suficiente petróleo para que tengamos la capacidad de poder producir el gas que necesitamos aquí en casa, el petróleo que necesitamos aquí en casa y, al mismo tiempo, seguir avanzando en la dirección de brindar energías alternativas», dijo Biden.
El mandatario argumentó que aunque los precios de las naftas habían bajado todos los días durante la última semana no estaban cayendo «lo suficientemente rápido».
El jefe de la Casa Blanca alertó que «cuando sube el precio de la nafta se recortan otros gastos» y explicó que por eso hace «todo» lo que está a su alcance «para reducir los precios desde que (el presidente ruso Vladimir) Putin invadió Ucrania y provocó que estos precios se dispararan».
Biden instó además a las empresas productoras en Estados Unidos a incrementar sus volúmenes de extracción, porque el país «necesita aumentar responsablemente la producción» de petróleo.
Esa eventual suba, resaltó, no debería afectar la transición del país hacia las energías limpias.
Biden reiteró sus críticas a algunos actores de la industria de hidrocarburos.
«Las ganancias de los refinadores son el doble de lo habitual. Y los márgenes de los distribuidores superan en más de 40% lo normal», señaló.
Más temprano, Amos Hochstein, asesor principal de seguridad energética, sugirió que el Gobierno podría liberar más barriles «si es necesario», aunque aclaró que cualquier lanzamiento futuro dependería de los mercados globales y de las acciones de Rusia en Ucrania.
«Los rusos han dicho claramente que no podemos estar seguros de lo que van a hacer a continuación y tenemos algunas medidas que entrarán en vigor en Europa durante los próximos meses. Por lo tanto, el presidente vigilará atentamente. Lo que estamos haciendo hoy podría continuar y ver liberaciones adicionales», evaluó Hochstein.
Fuente: Télam