El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, inició su undécima gira por Oriente Medio en el último año, buscando mediar en la crisis que azota la región. Su visita a Israel se enmarca en un contexto de creciente violencia, con un nuevo ataque de Hezbolá horas antes de su llegada. Durante su estancia, Blinken se reunirá con el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Yoav Gallant, con el objetivo de buscar un cese al fuego en Gaza y Líbano.
Escalada de violencia antes de su llegada
En la madrugada del martes, Hezbolá lanzó misiles hacia Tel Aviv y Haifa, dirigidos a bases militares israelíes. El ejército israelí informó que logró interceptar varios proyectiles, pero la tensión sigue en aumento. Estos ataques se suman a semanas de bombardeos entre Israel y la milicia respaldada por Irán, lo que complica las conversaciones diplomáticas impulsadas por Estados Unidos.
Blinken llega en un momento clave, ya que no solo busca detener los enfrentamientos, sino también garantizar un mayor acceso humanitario en Gaza, donde la población civil enfrenta una crisis sin precedentes. Según cifras oficiales, más de 42.000 personas han muerto en la Franja de Gaza desde que comenzaron los bombardeos en respuesta al ataque de Hamás en octubre de 2023.
La agenda de Blinken
El principal objetivo de Blinken en su visita es reactivar las estancadas negociaciones de paz entre Israel y Gaza, permitiendo también la liberación de los rehenes que Hamás mantiene en su poder. Además, el funcionario estadounidense discutirá con los líderes israelíes y árabes un plan posconflicto para la administración de Gaza, una vez que se logre frenar la violencia.
Se espera que, tras su paso por Israel, Blinken se dirija a Jordania para continuar las conversaciones con otros líderes de la región, con el fin de coordinar esfuerzos y buscar soluciones a largo plazo que eviten futuras escaladas.
Un futuro incierto
Sin embargo, las perspectivas de alcanzar un acuerdo diplomático parecen lejanas. Según Nimrod Goren, investigador del Instituto de Oriente Medio, «las posiciones de Israel y Hamás están profundamente divididas». Mientras Israel exige el fin del dominio de Hamás en Gaza, el grupo militante sigue considerando a Israel como su principal enemigo.
A nivel internacional, la situación en Gaza también ha generado críticas. Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, pidió un cese inmediato de los combates para permitir que las familias puedan evacuar hacia áreas más seguras. «En el norte de Gaza, la gente simplemente está esperando morir», declaró Lazzarini en un comunicado reciente.
Mientras la violencia continúa y las soluciones parecen esquivas, la visita de Blinken a Israel podría ser un punto crucial en los esfuerzos por evitar una catástrofe humanitaria aún mayor en la región.