El ataque, que tuvo lugar a unos 40 km de la línea del frente, eleva las tensiones en un conflicto que cumple dos años desde su inicio.
La ciudad de Mirnogrado, ubicada en el este de Ucrania y a unos 40 km de la línea del frente, fue sacudida por un bombardeo nocturno perpetrado por las fuerzas rusas, dejando al menos 11 personas heridas y una gran cantidad de edificios residenciales gravemente dañados.
Según informes del Ministerio Público en la región de Donetsk, el bombardeo, ocurrido alrededor de las 03:00 del domingo, tuvo como blanco un barrio residencial, resultando en heridas para un joven de 16 años y diez personas más, incluyendo mujeres y hombres de diversas edades.
Aunque inicialmente se especuló sobre el uso de misiles S-300, investigaciones posteriores sugieren que tres bombas aéreas planeadoras UMPB D-30SN fueron empleadas en el bombardeo, planteando nuevos desafíos para las operaciones de defensa antiaérea en la región.
Este no fue el único acto de agresión registrado en la zona. Rusia también lanzó una serie de drones Shahed de fabricación iraní, dirigidos hacia varias regiones, incluida la capital, Kiev. A pesar de estos ataques, la fuerza aérea ucraniana informó haber derribado 35 de estos drones en 10 regiones diferentes, lo que representa un éxito parcial en la defensa contra la agresión extranjera.
Por otro lado, las autoridades rusas anunciaron avances en varios sectores del frente, incluyendo Kúpiansk, Donetsk y Avdivka. La toma del bastión ucraniano de Avdivka marca un cambio en el panorama del conflicto, especialmente en un momento en que la asistencia occidental a Ucrania ha disminuido, dejando al país en una posición más vulnerable frente a la agresión rusa.