Esta tarde, durante la habitual marcha de jubilados en el Congreso, la Policía Federal reprimió con gases lacrimógenos y palos a los manifestantes que exigían mejoras en sus haberes jubilatorios. La protesta, que consistía en una vuelta pacífica alrededor del Congreso, fue disuelta violentamente bajo el protocolo antipiquetes implementado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Se reportaron varios heridos entre los jubilados presentes.
Esta es la cuarta protesta consecutiva de jubilados que termina en represión. En manifestaciones anteriores, la presencia de otras organizaciones fue utilizada como justificación para la violencia policial. Sin embargo, en esta ocasión, los jubilados se manifestaron solos y de manera pacífica, reclamando por una mejora en sus haberes y en contra de la reducción de descuentos en medicamentos por parte del PAMI.
A pesar de ello, fueron nuevamente agredidos brutalmente por las fuerzas de seguridad, que utilizaron gas pimienta y fuerza desmedida. Testigos relatan escenas de violencia injustificada hacia personas de la tercera edad que solo buscaban hacer oír su voz.
La oposición ha condenado enérgicamente estos hechos. La diputada Cecilia Moreau expresó: «De pegarle a un jubilado no se vuelve. Día lamentable en el Congreso». Por su parte, el diputado Germán Martínez señaló: «Hoy hubo una organización más grande de la habitual y hubo una clara decisión de la policía de tomar una actitud distinta a la que tiene todos los miércoles».
Es imperativo que se respeten los derechos de nuestros mayores y se garantice su seguridad durante el ejercicio legítimo de la protesta.