El libertario se siente ganador en primera vuelta y no quiere arriesgar su liderazgo. El ministro de Economía se conforma con hacer un buen papel. La candidata de JxC sabe que tienen que hacer un buen papel para meterse al balotaje.
Trabajo y empleo, Seguridad y desarrollo humano y Medio ambiente. Esos serán los tres ejes del segundo debate presidencial, en el que se puede deslizar el tema corrupción. Si la discusión es un tablero de ajedrez, ¿intentará alguno hacer jaque mate o jugarán a hacer tablas, como el último domingo?
El primer debate, realizado en Santiago del Estero, dejó sabor a muy poco. No hubo sorpresas, definiciones nuevas ni cruces contundentes, y llamó la atención que el escándalo del yategate de Martín Insaurralde haya sido mencionado solo tangencialmente por Patricia Bullrich y Myriam Bregman. Ahora, una semana después, quizá alguno intente atacar a Sergio Massa, que podrá decir que él no lo protegió y decidió que el exintendente de Lomas de Zamora se aleje del gobierno bonaerense.
Javier Milei, que se siente ganador en primera vuelta, no arriesga con sus afirmaciones. En las últimas semanas se viene mostrando moderado, acotó sus apariciones de campaña, se reunió con 70 empresarios en Mar del Plata y esta noche de sábado cena con Mirtha Legrand y Fátima Florez. Su posición fue y será la de no cometer errores para esquivar cualquier crítica. “Javier va a llevar la misma estrategia que la otra vez, confrontar con Massa y no levantar el tono”, dicen muy cerca suyo.
Milei se está preparando con Villarruel en Seguridad. Pettovello, Gustavo Morón y Miguel Punte en Trabajo. Pettovello también en desarrollo humano. No hace simulacros, porque se siente seguro para. La confrontación . El objetivo es repetir la actuación del debate anterior donde creemos q se logró polarizar con massa y desnudar las falencias de PB
El esfuerzo lo deberán hacer Massa y Bullrich para tratar de acortar la distancia respecto de Milei. Massa muestra números que lo ubican consolidado en 30 puntos, cuatro puntos detrás de Milei y muy arriba de Bullrich. En cambio, la candidata de JxC está convencida de que ya descontó la diferencia. Uno solo entra al balotaje y necesita hacer jaque mate.
Massa aprovecha todas las oportunidades. Repite que el suyo será un gobierno de unidad nacional, una disimulada forma de convocar a la oposición a sumarse si es él quien pasa a la segunda vuelta. No se detuvo ni un minuto en defender a Insaurralde y lo sacó del gobierno bonaerense para contener el daño del impacto electoral. Además, aprovechó el anuncio de la apertura del Mundial 2030 para mostrarse en el escenario con Chiqui Tapia con la camiseta de la Selección Argentina, proyectar ingresos turísticos y sugerir que el primer partido debería hacerse en algún estadio de Córdoba, Santa Fe o Santiago del Estero. Otro guiño a distritos donde busca ahora votos.
Massa la pelea, aún siendo el ministro de economía en una etapa de crisis. Y contra todos los pronósticos que se hicieron en el primer debate, cuando uno de los ejes fue la economía, salió más que airoso e indemne. “Si sobrevivimos este primer debate, somos muy competitivos”, dijo uno de los responsables de su campaña.
Massa continuará con su estrategia de polarizar con Milei: no criticará al candidato sino sembrará la duda sobre algunas de sus ideas. Dirá que los padres no estarán tranquilos si sus hijos pueden ir libremente armados por la calle y que la clase media no podrá acceder a trasplantes si Milei permite comprar y vender los órganos. Su objetivo es hablar de Argentina posible, no de las “fantasías económicas de Milei” ni de lo que él califica como un ”retroceso de volver al pasado con Bullrich”.
Y si bien la crisis económica es inocultable, se mostrará fuerte cuando le toque hablar sobre Trabajo y empleo: tiene para exhibir un relativo bajo índice de desempleo (6,2 por ciento) y recordará que fue quien cumplió con la promesa de eliminar Ganancias y dio alivio fiscal para las Pymes (redujo y eliminó retenciones) y para las personas con la devolución del IVA. Además, se diferenciará de la intención de Milei de no negociar con China y Brasil: Massa sostiene que si se concreta ese anuncio del libertario, deberían cerrar muchas empresas que exportan a esos países.
Bullrich, después del primer debate, levantó muy fuerte su perfil. No tuvo miedo de enfrentar a Mauricio Macri cuando sintió que el expresidente apoyaba a Milei; habló de indemnizar a las familias de los militares que fueron víctimas de un ataque de Montoneros; denunció a Milei por haberla acusado de ser una “montonera que puso bombas en jardines de infantes”; calificó al libertario de ser emocionalmente desequilibrado y siguió criticando, como lo hace desde el primer día, al kirchnerismo. Aunque ahora, como vimos, también contra Milei.
Por otra parte, en el desafío que le planteó Milei en Mar del Plata, salió muy exitosa. La resistencia del economista a presentarse en el Coloquio de IDEA no cayó bien entre los empresarios presentes y su disertación ante 70 hombres de negocios en el bar Furia, según dicen quienes lo escucharon, no agregó nada nuevo ni satisfizo sus expectativas. En cambio, Bullrich se lució en un tema que no es su fuerte, la economía: prometió bajar el déficit y prohibir que el BCRA emita dinero y se llevó una cerrada ovación de todos los presentes que colmaban el salón. Una encuesta interna realizada en el Coloquio de IDEA arrojó que el 80 por ciento de los empresarios la apoya.
Por otra parte, uno de los ejes la beneficia a ella y a Massa: la seguridad. Mientras Massa mostrará el exitoso modelo que desarrolló en Tigre, Patricia fue ministra nacional y conoce en detalle los problemas más calientes de la provincia de Buenos Aires y Santa Fe.
Juan Schiaretti, como lo hizo en el primer debate, volverá a hablar de Córdoba. Eso le valió muchas críticas y memes, que interpretaron que él se mostraba como gobernador cuando debería mostrarse como presidenciable. Pero la estrategia fue acertada: mostró su experiencia de gestión como mandatario, propone llevar el modelo cordobés de defensa de la producción y bajos impuestos a todo el país e hizo un posteo en las redes haciéndose cargo de las burlas, lo que le valió 3,5 millones de visualizaciones.
Las encuestas acusaron recibo e indican que creció entre 2 y 3 puntos. En Córdoba construyeron 3 mil kilómetros de gasoductos en un año y medio. Eso, más los beneficios impositivos que hay para pymes, y una política de incentivo para empresas, les permitió pasar de 5 a 50 parques industriales. Los multiplicaron por 10 durante su gestión. No es poco.
Finalmente, Myriam Bregman, con sus dogmas de izquierda, mostró su fluidez discursiva y fue tal vez la única “picante”. Sin mucho para perder, animará el segundo encuentro.