Son de origen chino y funcionan con alimentación bimodal, con electricidad y diésel.
Chile alimentará su sistema ferroviario con los trenes más rápidos de Sudamérica, de origen chino, que conectarán la capital Santiago (centro) con Chillán (centro-sur), reduciendo en 80 minutos el actual servicio.
Las autoridades de la nación austral presentaron a finales del mes pasado los primeros dos trenes fabricados por la empresa china CRRC Sifang, de un total de seis, que comenzarán a operar a fines del segundo semestre de 2023.
Estos trenes de origen chino permitirán conectar la región metropolitana con Chillán, separadas por unos 370 kilómetros, en 3 horas y 40 minutos, 80 minutos menos que con los trenes actuales.
El ministro chileno de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, señaló en una entrevista con Xinhua que estos trenes de fabricación china cuentan con un alto estándar para mejorar la experiencia de viaje de los usuarios.
«Por una parte, pueden alcanzar una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, lo que implicará reducir en 80 minutos el viaje entre Santiago y Chillán, convirtiéndolos en los trenes más rápidos de Sudamérica», indicó.
Detalló que los vehículos tienen una capacidad para 238 pasajeros, con alimentación bimodal eléctrica-combustible, puertas automáticas de acceso, baños con accesibilidad universal y espacios acondicionados para sillas de ruedas utilizadas por personas con movilidad reducida.
«China es sin duda una de las mayores potencias exportadoras de tecnología en diversos ámbitos y el transporte no es una excepción, considerando además que es el país que cuenta con la mayor flota mundial de buses eléctricos en operación en su transporte público», destacó Muñoz.
Asimismo, recalcó que Chile ha sido pionero en adoptar esa última tecnología, pues apostó a una transformación de los buses que conforman el sistema de transporte público de la capital que actualmente cuenta con 1.716 buses eléctricos circulando por las calles de Santiago, convirtiéndose en la ciudad fuera de China con la mayor flota del mundo.
«Adicionalmente, hemos incluido la norma china de alimentación eléctrica para vehículos en Chile, lo que debiera aumentar la importación de vehículos eléctricos desde ese país y reducir los costos de la nueva flota. Esto debiera permitirnos impulsar la electromovilidad, muy en línea con nuestros compromisos ambientales», subrayó.
Los dos trenes presentados a finales del mes pasado llegaron íntegros desde China al puerto de San Antonio, el principal terminal portuario de Chile, ubicado en la zona central del país.
«Solo hay que imaginar la distancia física que separa a ambos países para darse cuenta del inmenso trabajo logístico para traer cada uno de estos trenes desde la planta de fabricación hasta nuestra red ferroviaria. Es un inmenso trabajo que busca avanzar en nuestro gran objetivo que es construir mejores ciudades, encaminarnos hacia un transporte sustentable y, sobre todo, mejorar la vida de miles de personas», destacó.
Muñoz especificó que, en promedio, el traslado vía marítima toma entre 45 a 60 días dependiendo de la ruta que realiza la nave, todos los trenes vienen con sus vagones separados y son ensamblados en suelo chileno.
El ministro chileno afirmó que los cuatro trenes restantes ya comenzaron su viaje rumbo a Chile, el 22 de abril, por lo que se espera que lleguen al puerto de San Antonio durante la segunda semana de junio.
Estos trenes llegan bajo el plan Trenes Para Chile de la Empresa de Ferrocarriles del Estado. La meta más inmediata es triplicar la cantidad de pasajeros transportados, pasando de 50 a 150 millones, además de duplicar la capacidad de carga para 2027, según detalló a Xinhua el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones.
El servicio Santiago-Chillán presupuestó una inversión total de 70 millones de dólares. Desde 2021, han arribado a Chile trenes de origen chino de última generación para renovar el sistema ferroviario del país sudamericano. Y, en marzo de ese año, el Gobierno de Chile presentó 15 trenes de fabricación china, considerados un hito para reactivar el servicio de transporte público de ferrocarriles.