El juicio contra Paul Waidatt (h), acusado de atropellar a Charly Cordero Robles en 2015, comenzará el 15 de octubre en los tribunales de Chilecito. Los jueces Sara López-Douglas, Florencia Alfonso y Alberto Romero presidirán el proceso, que se extenderá hasta el 29 de octubre.
Las pruebas presentadas incluyen una pericia accidentológica que sugiere exceso de velocidad, así como un test de alcoholemia realizado tras el siniestro. Cordero Robles falleció y su acompañante sufrió heridas graves.
La familia de la víctima solicitó justicia desde el triste evento, expresando su frustración ante los retrasos judiciales. “Esperamos casi 10 años para que el juicio ocurra”, dijo su hermana, María Cordero Robles.
El tribunal escuchará a testigos, peritos y analizará una reconstrucción del hecho.
El caso
“Charly” Cordero Robles tenía 26 años, era gestor automotor, estudiaba administración de empresas y era cinturón negro e instructor de taekwondo. En la madrugada del 24 de mayo de 2015 había ido junto a sus amigos al boliche Club Treo, ubicado sobre la ruta 12, a unas 15 cuadras del centro de Chilecito.
Paul Waidatt había ido esa misma noche a Club Treo. Varios testigos lo recuerdan porque tenía un yeso en el brazo izquierdo y estaba muy borracho. Declararon que balbuceaba, que no tenía coordinación. Uno dijo estuvo a los empujones con dos chicas, otro comentó que casi se pelea en dos ocasiones, primero cerca de los baños y después en el primer piso del local; y una tercera persona contó que lo vio a punto de trenzarse con otro joven en el estacionamiento, cuando terminó el baile.»Charly» Cordero, la víctima

De acuerdo al relato de un cuidacoches, antes de retirarse en un modelo viejo de un Audi A6 Waidatt embistió dos veces el alambrado perimetral del estacionamiento. Y partió hacia el centro de la ciudad por la ruta 12. Una pericia arrojó que al momento del accidente el joven circulaba a entre 119 y 127 km/h, en una zona en la que -según la querella- rige la velocidad máxima de una zona urbana. A pesar de que el yeso le disminuía la capacidad de maniobrar, a unos 500 metros del boliche quiso sobrepasar a un vehículo, pero lo chocó en la parte izquierda. Finalmente perdió el control del Audi y se fue hacia la vereda de enfrente, por donde caminaban tres amigos, dos de los cuales fueron impactados de lleno: Charly, que salió despedido casi 15 metros y murió unos minutos después, y Sebastián Vergara, que fue gravemente herido.
Muchos testigos coinciden en que el conductor se bajó del auto muy alterado y agresivo. Ocho personas declararon que en ningún momento se acercó a las víctimas ni se interesó por ellas. Varios comentaron que repetía frases como “soy Paul Waidatt, nadie me puede hacer nada”. Sucede que su abuelo fue una de las personas más ricas de Chilecito, aunque algunas fuentes consultadas comentaron que sus descendientes dilapidaron la fortuna. La policía tuvo que defenderlo para que no lo lincharan.
*Con información de Diario Chilecito e Infobae