Aviones caza, navíos destructores, buques misilísticos y un portaviones chinos circundan la isla y hacen ejercicios de tiro con munición real.
El Ejército Popular de Liberación chino comenzó este sábado maniobras militares en torno a Taiwán, en respuesta a la reunión el miércoles pasado en California entre la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., Kevin McCarthy.
El portavoz del Teatro de Operaciones del Este chino, Shi Yi, definió las maniobras como «una seria advertencia» contra «la provocación de las fuerzas separatistas» y una «acción necesaria para proteger la soberanía nacional y la integridad territorial» de China.
Artillería pesada
Las maniobras se centraron en «la puesta a prueba de la capacidad de las fuerzas de lograr el control del mar, el aire y la información» bajo el «apoyo del sistema unificado de comando» para «crear una situación represiva en la cual la isla quede rodeada en las cuatro direcciones». Entre el armamento movilizado figuran sistemas de lanzamientos de misiles PHL-191, un navío destructor 052C, buques Tipo 22 equipados con misiles y cazas J-10C y misiles balísticos convencionales DF-11.
Las autoridades de seguridad marítima de la provincia suroriental de Fujian frente a Taiwán, avisaron que se producirán ejercicios con fuego real en las aguas cercanas a la costa los días 8, 11, 13, 15, 17 y 20 de este mes. El experto militar chino Song Zhongping aseguró que el Shandong, el segundo portaaviones de China, participará en las maniobras que se alargarán hasta el lunes.
Un acto irracional
El Ministerio de Defensa de Taiwán condenó las maniobras militares chinas, a las que describió como «un acto irracional que pone en peligro la seguridad y la estabilidad regionales». La cartera castrense isleña señaló que encargó a sus aeronaves, sus buques y sus sistemas de misiles «responder a las actividades» y «vigilar la situación».
El mismo Ministerio informó la incursión de 42 aviones militares chinos en la Zona de Identificación Aérea de Taiwán, de los cuales 29 cruzaron la línea mediana del Estrecho de Taiwán, que ha funcionado durante décadas como una frontera no oficial pero respetada por China y Taiwán.
Beijing considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra el ejército comunista. En las últimas semanas, hubo roces entre Taipéi y Beijing a raíz de la ruptura de relaciones de Honduras con Taiwán para establecerlas con China, lo que redujo a 13 el número de aliados diplomáticos de la isla. Taiwán acusó a China de ejercer la «diplomacia del dólar» y calificó la decisión de Tegucigalpa de «lamentable».
La isla es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE.UU. debido a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con China.
EE.UU. pidió este sábado «moderación» a China por las maniobras militares en torno a Taiwán y advirtió que tiene las «capacidades» para garantizar la seguridad de la isla. Un portavoz del Departamento de Estado dijo que están «monitoreando» las maniobras china. «Los canales de comunicación con la República Popular China siguen abiertos y les hemos pedido moderación y que no haya ningún cambio en el ‘statu quo'», dijo el portavoz.
Biden quiere «garantizar la paz»
El Gobierno de Joe Biden confía en que cuenta «con los recursos y capacidades suficientes para garantizar la paz y la estabilidad en la región». El vocero de la diplomacia estadounidense insistió que el paso de la presidenta taiwanesa por EE.UU. fue una «escala» durante su gira centroamericana y que no hay motivo para que Beijing «reaccione de forma exagerada».
La situación recuerda a la ocurrida en agosto de 2022, cuando la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, enfureció a Beijing, que respondió con maniobras militares alrededor de la isla a un viaje que describió como «farsa» y «traición deplorable».
Estados Unidos suscribe desde 1979 la política de «una sola China», pero mantiene estrechas relaciones no oficiales con Taiwán, pese a que no reconoce su independencia.
Fuente: Página 12