El caso comenzó en agosto de 2018 cuando el Grupo de Genética de Poblaciones e Identificación de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) recibió una solicitud para establecer la paternidad de dos mellizos varones. El hombre solicitó las pruebas genéticas porque tenía dudas sobre su relación de parentesco con los bebés.
Según un comunicado de la agencia de noticias de la Universidad Nacional, luego de realizar el cotejo del ADN del presunto padre de un par de mellizos, el Grupo de Genética informó que el resultado «evidenció que este coincidía con el perfil genético de solo uno de ellos, es decir, que para el otro era una exclusión de la paternidad».
Los científicos explicaron que se trata de un caso de superfecundación heteropaternal, un fenómeno poco frecuente que se da cuando un segundo óvulo, liberado durante el mismo ciclo menstrual, es fertilizado por un espermatozoide de un hombre diferente.
Según explicó la doctora en Ciencia-Biología Universidad Nacional, Lilián Andrea Casas Vargas, en este caso se utilizó para determinar la filiación un marcador conocido como “panel de cromosoma Y” -teniendo en cuenta que los niños son varones- para obtener resultados más exactos.
«El cromosoma Y se segrega solo por la línea paterna, y lo hace en bloque de una generación a otra, nunca cambia -afirmó Casas-. Entonces, al no cambiar, se espera que esos marcadores de cromosoma Y sean completamente idénticos al del padre”.
“En este caso, se observa de nuevo el perfil genético coincidente con uno de los mellizos, mientras que con el otro se identificaron 14 de 17 no coincidencias, lo que corroboró la exclusión”, agregó la científica.
Casas señaló que por protocolos establecidos en el laboratorio, cuando llega un caso de paternidad y este arroja como resultado la «exclusión» se repite todo el proceso para corroborar que no hubo errores técnicos durante el análisis.
De esta forma, convocaron nuevamente a los involucrados a quienes se les tomaron otras muestras y los resultados fueron iguales, por lo que se confirmó el caso, cuyo reporte, fue publicado en la Revista Biomédica del estatal Instituto Nacional de Salud.
William Usaquén, director del Grupo, indicó que en Colombia se realizan cerca de 11 mil pruebas de paternidad al año. «Aunque se trata de un procedimiento sencillo, esta (la prueba) posee una carga emocional muy grande por el tipo de implicaciones sociales y culturales que tiene. Los dictámenes de filiación dejan ver una serie de prejuicios todavía latentes en la sociedad colombiana frente a temas como la maternidad o la sexualidad, por ejemplo», aseguró.