La Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional de la Primera Circunscripción presidido por el juez Gustavo Díaz y las vocales las juezas López Douglas y Karina Cabral; quienes dieron comienzo con las audiencias de juicio contra Gustavo O. B. por la supuesta autoría del delito de Abuso Sexual con Acceso Carnal.
En su declaración indagatoria, el imputado manifestó que la relación mantenida con la denunciante fue, según sus dichos, de común acuerdo y con consentimiento. Relató que el vínculo se habría iniciado en el domicilio que ambos compartían y que, posteriormente, mantuvieron encuentros en hoteles. Afirmó que fue la joven quien comenzó con manifestaciones de afecto, y que a partir de allí se consolidó la relación. Indicó además que solían ser vistos juntos en su automóvil y que en diversas ocasiones la trasladó a distintos lugares. Señaló que, en varias oportunidades, intentó poner límites a la relación debido a la diferencia de edad y a que, según expresó, se estaba encariñando demasiado con la joven.
Sostuvo que la denuncia habría sido promovida por la denunciante y sus padres, luego de que ella, según sus palabras, comenzara a insistir en enviarle imágenes íntimas y a solicitarle que hiciera lo mismo, a lo cual él aseguró haberse negado. Por último, expresó que se vio sorprendido al llegar a su domicilio y encontrar a la policía, momento en que se entregó voluntariamente, colaborando con todas las diligencias requeridas. Añadió que permaneció detenido durante un año y medio en la alcaldía.
Posteriormente, prestó declaración la víctima, quien comenzó manifestando que posee una discapacidad que le genera dificultades en la memoria. Indicó que en el año 2022 mantuvo una relación de noviazgo con el hijastro del imputado, la cual se extendió por un período de dos a tres meses, durante el cual convivieron en una vivienda ubicada en la zona sur de la ciudad capital de La Rioja.
Según su testimonio, la relación terminó a raíz de los hechos de abuso que denunció. Relató que los episodios comenzaron cuando se encontraba sola en la vivienda junto al acusado, quien, según describió, comenzó a propasarse de ella y a insinuarle intenciones de índole sexual. Afirmó que, pese a manifestar su negativa, el imputado continuó con los abusos, situación en la que se encontraba —según sus dichos— acorralada y bajo amenaza.
Por último, la denunciante expresó que durante su estadía en el domicilio colaboraba económicamente con el pago de servicios mediante su pensión, que contribuyó a la compra de un automóvil y que incluso le obsequió una motocicleta al acusado.
Para finalizar los testimonios del día, testifico la madre de la damnificada, quien comenzó confirmando la situación de salud mental de su hija y que no sabe identificar lo bueno de lo malo de las personas, siendo muy confianzuda con todas las personas. Continúo relatando que tiene una relación complicada con su hija, pero buena comunicación. Confirmó estar al tanto de que su hija estaba de novia con el hijastro del acusado y que convivían en la casa de él.
Aseguró haberse anoticiado del lugar donde vivía su hija cuando realizó la denuncia y fue a retirar las pertenencias de la víctima; continuó relatando que su hija le confirmó que se separó del novio, pero que se había quedado en la casa para cuidar a un menor y porque no quería volver a vivir a la casa de su progenitor.
Finalmente, en su testimonio la madre de la víctima ratifica los dichos de la hija en relación a las relaciones sexuales forzadas, aprovechando su condición en la vivienda de la ex pareja de su hija. Confirmó haber visto fotos íntimas del imputado en el celular de su hija y ahí fue que descubrió todo lo sucedido y las amenazas que recibía del acusado de publicar en redes sociales si contaba los hechos que sufría en dicha vivienda.
El hecho que se imputa en este juicio, sucedió entre 8 de junio y el 8 de julio de 2022 en horarios por la mañana, cuando según se denunció, el acusado habría abusado sexualmente de la víctima, empleando su fuerza física y actos de acoso. Estos hechos sucedieron en un barrio de la zona sur de la ciudad de La Rioja, en el domicilio donde vivían el imputado y la víctima.