Es el mejor tratamiento anti age durante todo el año, pero más aún en los meses de mayor radiación. Cuál es la protección solar mínima recomendable y cómo elegir el ideal, según dos expertas dermatólogas.
El comienzo de la primavera marca el inicio de la época de pasar más tiempo al aire libre. Y si bien es cierto que exponerse al sol es un hábito saludable para la correcta absorción de vitamina D, hacerlo sin los cuidados adecuados puede no sólo acelerar el envejecimiento de la piel, sino también aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel.
La radiación solar es más alta en esta época del año, y ya puede verse en plazas y parques a muchas personas disfrutando de las jornadas con más horas de sol.
Es por eso que, ante la consulta de Infobae, la médica dermatóloga de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) Agustina Vila Echagüe (96.999) fue clara en su advertencia: la protección solar es el más importante en la rutina de belleza.
El uso de protectores solares no solo evita el envejecimiento prematuro de la piel, sino que, según aseguró la experta, “la exposición prolongada al sol está directamente relacionada con el cáncer de piel”.
“El sol es el principal enemigo de la piel. Acelera los signos de envejecimiento, como las arrugas y la flacidez, y es responsable de la aparición de manchas. Pero, lo más importante, hay evidencia científica clara de que una exposición inadecuada y excesiva al sol es uno de los factores primordiales en la aparición de cáncer de piel”, afirmó enfática la especialista.
Cuáles son los riesgos de la exposición solar
El sol tiene efectos nocivos acumulativos, aunque muchas veces el daño no sea visible de inmediato. Así lo aseguró a este medio la médica dermatóloga de la SAD Lilian Demarchi (MN 88.365), quien mencionó el riesgo de cáncer de piel, arrugas, manchas y la pérdida de luminosidad cutánea como algunas de las consecuencias más graves de la exposición sin protección adecuada.
Y tras señalar que mucha gente cree que el daño solar se da solo en verano o en días soleados, la experta remarcó que “los rayos UVA y UVB están presentes todo el año”.
“Lo más importante para mantener una buena rutina de piel es bloquear diariamente los rayos UVA, que están presentes incluso en días nublados. Estos son los responsables del envejecimiento prematuro, como arrugas y manchas, y debemos prevenir su acumulación. – explicó Demarchi-. Además, el daño por exposición solar no se limita a las vacaciones en la playa, sino que se acumula día a día, durante actividades cotidianas, como el paseo diario o estar en una terraza”.
Cómo elegir el protector solar adecuado
A la hora de elegir un protector solar, Vila Echagüe sugirió que lo fundamental es conocer el tipo de piel y las necesidades específicas de cada persona.
Para ella, lo ideal es optar por productos con factor de protección solar (SPF) 50 ó 50+, ya que no solo proporcionan una mayor protección, sino que también permiten una aplicación menos frecuente. En cuanto a las texturas, señaló que hoy en día las formulaciones de protectores solares avanzaron enormemente, y ofrecen texturas ligeras y agradables que permiten elegir según las preferencias personales: desde acabados matificantes hasta efectos glow o hidratantes.
Demarchi reforzó este enfoque y destacó que las personas con piel grasa deben optar por protectores sin aceite, mientras que aquellos con piel seca pueden buscar fórmulas más cremosas que aporten hidratación. También señaló que quienes tienen piel sensible o con tendencia a la rosácea deben extremar los cuidados para evitar irritaciones y proteger adecuadamente frente a los rayos solares.
“En casos de pieles más sensibles, el SPF nunca debe ser menor a 50″, subrayó Demarchi, quien recordó que cuanto mayor sea el factor de protección, más segura estará la persona ante los efectos dañinos del sol.
Tres mitos comunes sobre el protector solar
A pesar de las numerosas campañas de concientización, aún persisten mitos en torno al uso de protectores solares. Vila Echagüe desmintió algunos de los más frecuentes:
- “Solo hay que ponerse protector cuando vamos a la playa”. Falso. “Debemos saber que la radiación solar llega antes de salir de casa, incluso cuando está nublado, por lo que la protección debe aplicarse a diario”, aseguró.
- “Una única aplicación de protector es suficiente para todo el día”. Falso. La dermatóloga explicó que, para mantener un buen nivel de protección, es necesario reaplicar el producto cada dos horas, especialmente después de nadar, secarse con una toalla o transpirar mucho.
- “Si se usa un SPF alto se puede estar más tiempo al sol”. Falso. “Además, la cantidad de producto que se coloque también importa -aseguró-. Un SPF de 50 tiene su efectividad óptima en dosis adecuada, de lo contrario, su eficacia baja”. Y estimó que la cantidad correcta son 2 miligramos de producto por centímetro cuadrado de superficie de piel, por lo que para proteger el cuerpo haría falta una cantidad equivalente a 6 cucharaditas de café.
Tipos de protectores solares
En este punto, Demarchi se detuvo a explicar los diferentes tipos de protectores solares: los químicos, que actúan absorbiendo la luz ultravioleta, y los físicos, que forman una barrera en la piel que refleja y absorbe los rayos solares.
También existen productos híbridos, que combinan ambas tecnologías y ofrecen una “muy buena cobertura de amplio espectro para los rayos UVA y UVB”, según la dermatóloga.
La elección entre uno y otro dependerá, nuevamente, del tipo de piel y las preferencias personales. “Los protectores físicos, por ejemplo, son ideales para pieles sensibles, mientras que los químicos son más adecuados para aquellos que buscan texturas ligeras y de rápida absorción”, aconsejó.
Otros productos de la rutina facial que complementan la protección
Además del uso de protector solar, Vila Echagüe recomendó incorporar otros productos a la rutina diaria para potenciar la protección. La vitamina C, por ejemplo, es un poderoso antioxidante que ayuda a prevenir el enrojecimiento y refuerza la acción del protector solar.
“La vitamina C potencia el efecto antioxidante de los protectores solares, por lo que ayuda a que la piel se enrojezca menos si se la coloca antes del protector solar”, señaló, al tiempo que remarcó que “es un buen aliado para sumar a la rutina de cuidado de la piel”.
Otros ingredientes como el ácido hialurónico, que hidrata profundamente, o el ácido salicílico, que regula el sebo, también pueden ser útiles dependiendo del tipo de piel, y siempre indicados por un especialista.
Sobre el final, ambas dermatólogas coincidieron en que es crucial evitar la exposición solar directa entre las 11 y las 15, cuando los rayos UV son más intensos. También recomendaron usar sombreros, gafas de sol y protección para los labios.
“La luz ultravioleta no solo causa envejecimiento prematuro, sino también cáncer, y ambas relaciones están demostradas sin lugar a duda. Ambas cosas se pueden prevenir si tomamos medidas y nos protegemos”, concluyó Demarchi, para enfatizar que el protector solar es mucho más que un simple cosmético: es una herramienta esencial para la salud a largo plazo.