El presidente Alberto Fernández y su ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, después de pasar por momentos de mucha tensión durante los últimos días, compartieron un desayuno en la Quinta de Olivos. Según fuentes de Casa Rosada, se trató de «una charla franca entre el Presidente y el ministro», donde conversaron «de trabajo y de todo», tras las diferencias que afloraron por un off the record difundido desde el entorno de De Pedro, en el que decían que Fernández «no tenía códigos».
Desde el entorno del ministro, contaron que «fue una reunión acordada, franca, los dos quedaron satisfechos con la charla, decidieron dar vuelta la página, ponerse a trabajar para fortalecer el Gobierno y seguir trabajando en la gestión y los problemas para resolver y fortalecer la unidad del Frente de Todos».
Las fuentes consultadas por Página/12 aseguraron que Fernández y De Pedro «fueron frontales entre ellos, se dijeron lo que se tenían que decir. Fue una charla privada y dieron terminado el tema«.
El viernes de la semana pasada Wado De Pedro participó de una actividad vinculada a la puesta en valor de los Bajos Submeridionales con los gobernadores del Chaco, Jorge Capitanich, de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y de Santa Fe, Omar Perotti, en la ciudad de Resistencia. Y en la mañana del sábado el titular de la cartera de Interior se dirigió a Olivos con la excusa de contarle sobre este tema al mandatario. Lo cierto es que en la charla, poco se habló de los bajos submeridionales, pero sí pudieron ponerse al día y conversar de todo lo que sucedió entre ellos en el último tiempo.
El diálogo entre ambos estaba cortado. Incluso el domingo de la semana pasada el Presidente llegó a decir en un reportaje, cuando le consultaron sobre su ministro del Interior, que él «sabía con quién podía gobernar y con quiénes no».