El caso de Nandipha Magudumana, una médica de la alta sociedad que se enamoró de un asesino convicto y supuestamente le ayudó a fugarse de la cárcel, apasiona a Sudáfrica dese hace varias semanas.
La mujer compareció el lunes ante un tribunal de Bloemfontein, acusada de varios cargos, incluido el de asesinato, después de que los amantes fugados fueran detenidos en Tanzania tras una persecución que tuvo en vilo al país.
Luciendo zapatillas Nike de color melocotón y cadenas en los tobillos, Magudumana, de 34 años, solicitó la libertad bajo fianza pero no habló. Tras el aplazamiento del caso fue puesta bajo custodia.
Durante la audiencia se quitó brevemente la mascarilla que llevaba para enseñar su rostro, obligada por el juez.
La vista del lunes fue el último capítulo de un caso que ha dominado los titulares de la prensa desde que la policía tuvo que admitir que el amante de Magudumana, Thabo Bester, se había fugado de la cárcel.
Bester fingió su propia muerte dejando un cadáver calcinado en su celda, una fuga espectacular que ha desencadenado una investigación parlamentaria, entre acusaciones de falta de controles y complicidad de los funcionarios.
El presidente Cyril Ramaphosa dijo estar «perturbado» por el caso, que cautiva sobre todo porqué Magudumana pasó de doctora de la alta sociedad a fugitiva.
Esta madre de dos hijos dirigía una exitosa clínica especializada en el cuidado de la piel y en tratamientos estéticos en el lujoso distrito de Sandton, en Johannesburgo.
En las redes sociales era muy activa y presumía en Instagram de su estilo de vida, con coches de lujo, vacaciones en complejos turísticos de alta gama y hermosos chalés.
A menudo posaba junto a sus clientes, muchos de ellos famosos, y era considerada como un modelo a seguir para las jóvenes sudafricanas.
La doctora, separada de su marido desde 2019, se enfrenta ahora a cargos de complicidad con un fugitivo, de asesinato, profanación de cadáver y fraude.
Para huir al extranjero con su amante, dejó atrás a sus hijos.
Amantes fugitivos
Thabo Bester, apodado el «violador de Facebook», condenado a cadena perpetua en 2012, atraía a sus víctimas en esa red social para violarlas y robarles y mató al menos a una.
Hace casi un año se fugó de una prisión privada pero la policía no lo confirmó hasta el mes pasado.
En mayo de 2022 encontraron el cadáver carbonizado de un hombre en la celda de Bester, lo que hizo pensar a las autoridades penitenciarias que se había prendido fuego a sí mismo.
Pero el ADN reveló que el cadáver pertenecía a otra persona y aún se desconoce su identidad.
El caso de Bester resurgió en octubre del año pasado, cuando la organización de investigación periodística GroundUp sacó a la luz las dudas en torno a su muerte.
Las autoridades sudafricanas, bajo presión de la opinión pública después de que se descubrieran detalles de su fuga, empezaron a buscarlo.
Bester y Magudumana fueron detenidos a principios de abril en Arusha, una ciudad de Tanzania, cuando se cree que se dirigían a la frontera con Kenia, junto con otro presunto cómplice.
La policía dijo que los sospechosos estaban en posesión de varios pasaportes sin sellar.
La pareja fue llevada de regreso a Sudáfrica en un avión fletado especialmente y puesta bajo custodia.
Otras cuatro personas fueron arrestadas en relación con el plan de fuga, incluido el padre de la doctora, que supuestamente ayudó a Bester a escapar de prisión y fue relacionado con el asesinato del hombre encontrado en la celda.