El intérprete apareció en silla de ruedas y pudo ponerse de pie para presentar la categoría a Mejor Película.
El reconocido actor de 62 años Michael J. Fox, conocido por su icónico papel de Marty McFly en la saga Volver al Futuro, protagonizó el episodio más conmovedor en los premios BAFTA. El intérprete, que fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en 1991, fue ovacionado de pie cuando ingresó en su silla de ruedas y con los espasmos musculares característicos de su enfermedad.
A pesar de los problemas físicos notables, Fox logró ponerse de pie para presentar la categoría a Mejor Película, el premio final. Luego de los aplausos, agradeció al público por el recibimiento y dio el nombre del ganador.
La distinción fue para la cinta de Cristopher Nolan, Oppenheimer, la cual se llevó el séptimo galardón esa noche. Se trata de la película inspirada en la vida y obra del Padre de la Bomba Atómica, la cual competía contra Anatomy of a Fall, The Holdovers, Killers of the Flower Moon y Poor Things.
“Son lo mejor de lo que hacemos. No importa quién seas o de dónde seas, estas películas nos unen. Por algo dicen que el cine es magia. Porque puede cambiar tu día, tu perspectiva e incluso, a veces, tu vida”, expresó el intérprete durante su discurso antes de entregar el galardón.
Fox, además, estaba nominado por su documental La vida de Michael J. Fox, que compitió en dicha categoría. El premio finalmente fue para 20 Days In Mariupol.
NA