El abogado del exproductor de cine dijo ante el jurado que su defendido, que ya tiene una condena de 23 años de prisión por cargos de violación y agresión, «tuvo sexo transaccional» con sus acusadoras, algo que «en Hollywood era una realidad».
La defensa del exproductor de cine Harvey Weinstein, acusado nuevamente por delitos sexuales a dos años de haber sido condenado a 23 años de prisión por cargos de violación y agresión, le dijo al jurado de Los Ángeles que «Hollywood ha cambiado, pero en el pasado el sexo transaccional» era una realidad, informó este martes la prensa internacional.
El abogado de Weinstein, Mark Werksman, advirtió a los miembros del jurado que se preparen para escuchar una andanada de «acusaciones falsas e indemostrables» de mujeres que aceptaron tener interacciones sexuales consensuadas con Weinstein, pero años después, están avergonzadas y mienten sobre lo que realmente sucedió.
«Mira a mi cliente» -dijo Werksman señalando a Weinstein- él no es Brad Pitt o George Clooney, ¿creen que estas hermosas mujeres tuvieron sexo con él porque está bueno? No, es porque es poderoso».
Y según el sitio especializado Variety, el abogado agregó que Hollywood «ha cambiado» pero, en el pasado, el «sexo transaccional» era parte de la transacción: «El sexo era una mercancía» para «hombres ricos y poderosos, como mi cliente», dijo el abogado, quien incluso remarcó que esa modalidad tenía su propio apodo: «el sofá del casting».
«Puede haber sido un concepto desagradable y vergonzoso -reconoció- pero todos lo hicieron».
Contra el MeeToo
El letrado también cargó contra el movimiento #MeToo, que se desató en 2017 por la oleada de denuncias contra Weinstein, convirtió a su cliente en el «Chernobyl de Hollywood», y lo colocó en la parte «radiactiva ardiente» del «chico malo».
Más temprano, la fiscalía había dicho que el exproductor de Hollywood y violador ya condenado «era un depredador en serie» y que eso le permitió aprovecharse de los aspirantes a la industria del entretenimiento.
Weinstein, bajo arresto en el centro médico en una cárcel de Los Ángeles, también fue acusado en Reino Unido de dos cargos de agresión a una mujer entre julio y agosto de 1996.
En 2020, dos años después de que salieran a la luz las acusaciones contra él y por las que se desató el movimiento #MeToo, un jurado de Nueva York condenó a 23 años de cárcel al poderoso productor por un cargo de violación en tercer grado cometido sobre Jessica Mann, y un delito sexual en primer grado sobre la ayudante de producción Mimi Haley.
Fuente: Télam