Corea del Norte dinamita varias rutas clave que conectaban con el sur, marcando un nuevo episodio de tensión en la península. Seúl refuerza la seguridad fronteriza y condena la acción.
En un acto que marca un nuevo punto de inflexión en la relación entre las dos Coreas, el régimen de Kim Jong-un destruyó varias rutas de carreteras y líneas ferroviarias que conectaban ambos países. Las explosiones, ocurridas en la parte norte de la frontera, buscan sellar cualquier intento de acercamiento.
Las rutas destruidas fueron construidas durante periodos de acercamiento entre ambos países, con la intención de facilitar una eventual reunificación. Sin embargo, nunca llegaron a utilizarse para el tráfico regular.
Alberto Fernández junto a Fabiola Yañez.
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Según los medios estatales norcoreanos, esta acción se enmarca en la estrategia de Kim Jong-un de cortar cualquier vínculo con Corea del Sur y reforzar la separación definitiva de los dos países. La semana pasada, el régimen había adelantado sus intenciones de destruir las rutas como parte de su consolidación territorial.
Advertencias de Kim Yo Jong: «Pagará caro»
Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano, emitió duras advertencias contra el gobierno de Corea del Sur, a quien acusó de enviar drones para difundir propaganda en territorio norcoreano. En un comunicado, afirmó que el sur «pagará un alto precio» por sus acciones, aumentando aún más las tensiones entre ambos países.
En respuesta a las demoliciones, el ejército surcoreano reforzó las medidas de seguridad en la frontera y emitió disparos de advertencia cerca de la línea de demarcación militar que divide a ambos países. Aunque no se registraron daños en su territorio, el gobierno surcoreano condenó enérgicamente la destrucción de las vías.
Kim Yo Jong
«Es deplorable que Corea del Norte continúe con este comportamiento regresivo», señaló Koo Byoung-sam, portavoz del Ministerio de Unificación de Corea del Sur. Este ministerio, encargado de las relaciones con Pyongyang, también recordó que la infraestructura destruida, como las rutas de la Línea Gyeongui y la Línea Donghae, fue construida con fondos surcoreanos, cuyo valor asciende a más de 132 millones de dólares en préstamos aún no reembolsados.
Un retroceso en las relaciones intercoreanas
Las rutas destruidas fueron erigidas durante la década del 2000, en un periodo de relativo acercamiento entre las dos Coreas. Proyectos como la Línea Gyeongui y la Línea Donghae generaron esperanzas de reconciliación entre ambos países, aunque las tensiones nucleares impidieron que estas conexiones se concretaran.
A pesar de las esperanzas de la comunidad internacional de una apertura fronteriza, la realidad es que estas vías nunca llegaron a utilizarse. Las relaciones se deterioraron aún más en los últimos años, con Corea del Norte intensificando sus pruebas nucleares y rompiendo acuerdos previos.