Generación Zoe sigue en juicio. Batista, vicepresidente de la organización, y nuevos testigos aportan claves en un caso que sacude a Corrientes.
El Tribunal de Juicio de Goya retomó el juicio oral contra la organización Generación Zoe, cuyo supuesto líder es Leonardo Cositorto. Maximiliano Batista, quien se desempeñaba como vicepresidente, continuará hoy con su declaración, aportando su versión ante los jueces y respondiendo a las preguntas de la Fiscalía y la defensa.
El juicio, que inició a mediados de octubre, enfrenta a seis imputados, entre ellos Cositorto y Batista, bajo la acusación de liderar una red que ofrecía cursos de coaching ontológico y prometía ganancias extraordinarias a cambio de inversiones de particulares. Se estima que el total de damnificados alcanza las 98 personas solo en Corrientes.
La declaración de Batista: claves de su testimonio
La audiencia de hoy, que inició a las 8 de la mañana, marca el segundo día consecutivo en que Batista presenta su defensa. Su declaración, programada inicialmente para el martes, fue suspendida debido a la duración del testimonio de un testigo clave, que se extendió más de tres horas.
Se espera que en el transcurso del día Batista continúe con su relato y aclare las dudas de los abogados y del tribunal, que busca dilucidar su rol dentro de la organización. Ayer, su defensa señaló que Batista actuaba bajo la dirección de Cositorto y que, según la declaración del acusado, desconocía el verdadero alcance de los delitos que se le imputan.
Testigos y estrategias: el enfoque del Ministerio Público
La causa, bajo la representación de los fiscales Rubén Barry y María Eugenia Ballará, involucra a cinco acusados adicionales: Miguel Ángel Echegaray, Lucas Damián Camelino, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina. A medida que se suman testimonios, la Fiscalía ha insistido en el carácter público del juicio, destacando la importancia de juzgar los delitos por su impacto en la comunidad y el orden público.
Según César Sotelo, Fiscal General de Corrientes, «este caso ha generado gran conmoción en la ciudad de Goya y afectado a un gran número de víctimas». Sotelo enfatizó que no solo están en juego delitos patrimoniales, sino también la acusación de asociación ilícita, la cual considera gravemente atentatoria contra el orden público.
El Ministerio Público, encargado de velar por los intereses generales de la sociedad, se ha opuesto a la posibilidad de un acuerdo económico, subrayando la gravedad de los cargos y la necesidad de un proceso transparente y ejemplar.
El abogado defensor de Cositorto y Batista, Guillermo Dragotto, había presentado un pedido de recusación contra los fiscales, aludiendo a supuestos prejuicios y parcialidad en el proceso. Sin embargo, el Tribunal rechazó esta petición, argumentando que los fundamentos de la defensa se basan en opiniones personales y no en hechos demostrables de parcialidad.
Tras el rechazo, Dragotto solicitó un cuarto intermedio para revisar el expediente, ya que recientemente asumió la representación de los acusados. Este pedido fue concedido, y el juicio se retomó el 30 de octubre, con la declaración de nuevos testigos presentados por la Fiscalía.
La promesa de «sueños inalcanzables»: el modus operandi de Generación Zoe
Generación Zoe atrajo a miles de inversores mediante la promesa de altos rendimientos financieros y la oferta de cursos de coaching ontológico, a través de los cuales aseguraban cumplir «sueños inalcanzables». Según la acusación, esta organización constituía una estafa piramidal en la que el capital de nuevos ahorristas financiaba las ganancias de los primeros inversores, un esquema insostenible que terminó colapsando y dejando una multitud de víctimas.
A medida que el juicio avanza, surgen nuevas revelaciones sobre el funcionamiento de Generación Zoe y el papel de cada uno de los imputados. Los fiscales buscan demostrar la existencia de una asociación ilícita y el daño causado a las víctimas, que confiaron en la estructura de la empresa y en sus líderes.