Fue luego de que el Gobierno de Javier Milei calificara como «falsa denuncia» el fallido golpe de Estado contra el presidente Luis Arce.
Bolivia llamó este lunes a consultas a su embajador en Argentina, en rechazo a una declaración del gobierno de Javier Milei, en la que calificó como una «falsa denuncia» el fallido golpe de Estado contra el presidente Luis Arce.
«Se convocó en consulta a nuestro embajador del Estado Plurinacional de Bolivia en Argentina, Ramiro Tapia, para que se haga presente en la sede de gobierno», anunció la ministra y portavoz de la presidencia, María Nela Prada, en un pronunciamiento ante los medios.
Antes Bolivia repudió «enérgicamente» las «inamistosas y temerarias» declaraciones del gobierno argentino, respondiendo en esos términos al comunicado que emitió el domingo la oficina del presidente Milei, en el que además dio por «confirmada como fraudulenta» la denuncia de Arce frente al alzamiento armado del pasado 26 de junio.
«El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia rechaza enérgicamente las inamistosas y temerarias declaraciones vertidas por la Oficina del Presidente de la República Argentina», señaló la diplomacia boliviana en un comunicado.
En ese sentido, consideró que «las desinformadas y tendenciosas aseveraciones» sobre la «inexistencia de un golpe de Estado» fallido representan «un exceso y un negacionismo inaceptable».
El gobierno boliviano invita a «informarse y actuar en el marco de los principios de respeto a la soberanía y no intervención en asuntos internos de otros estados», añadió la cancillería.
El gobierno ultraliberal de Milei, que mantiene muy tensas relaciones con los gobiernos de izquierda de la región, se desmarcó del respaldo internacional que recibió Arce, ante la sublevación militar de los excomandantes de las Fuerzas Armadas, a la cabeza del general Juan José Zúñiga, exjefe del ejército.
Zúñiga lideró las tropas que asediaron con tanques por varias horas el palacio presidencial, antes de replegarse. El general y los otros mandos fueron detenidos junto a otros 18 militares activos, en retiro y civiles acusados de intentar derrocar al presidente Arce.
Sin embargo, la versión oficial comenzó a ser cuestionada después de que Zúñiga, al momento de su captura, afirmara que actuó por pedido de Arce para aumentar su popularidad, lo que ha sido desmentido por el presidente boliviano.
El domingo el expresidente Evo Morales acusó a Arce, su antiguo aliado, de haberle mentido «al mundo» con un «autogolpe».