Desde anoche a las 22 La Rioja se quedo sin GNC. También afecta a Córdoba, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y Salta.
Un informe privado señala tres factores clave que encienden un alerta sobre el sistema energético, de cara al invierno: la demora en los avances del Gasoducto Néstor Kirchner y Reversión del Gasoducto Norte y la pérdida de reserva hídrica desde enero.
La nota que el ENARGAS le hizo llegar a las transportistas y distribuidoras de gas solicita cortar el insumo en los esquemas interrumpibles alegando estado de “pre-emergencia”, frente a las bajas temperaturas que se apresuraron en llegar y la demora en la licitación de cargamentos que CAMMESA realizó por u$s 500 millones.
La segunda causa que señala el documento tiene que ver con la “ralentización en la licitación de la reversión del Gasoducto Norte”, aquel que busca transportar el gas de Vaca Muerta al Noroeste argentino y reemplazar así el fluido importado de Bolivia.
La cuestión del tiempo, que apremia y es costoso, es clave para este tipo de proyectos que proveen un servicio público.
La licitación en marcha en diciembre de 2023 tenía previsto un sistema de construcción “fast track”, que hubiese permitido, de acuerdo al informe, el ingreso en operaciones de la Reversión del Gasoducto Norte en junio de este año, “solucionando el problema de abastecimiento del norte argentino”.
Una vez finalizada, la obra permitirá abastecer particularmente a siete provincias: Córdoba Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero y Salta.
Lo que genera preocupación durante el periodo invernal, estas provincias necesitarán “10 millones de m3/día para garantizar un mínimo operativo”.
A su vez, a principios de marzo, Franklin Molina, ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, formalizó que el país solo enviará 5 millones de m3 por día durante el invierno. Ya para agosto mantendrá contratos con Argentina 100% interrumpibles.
Los yacimientos de Salta, además, en un escenario optimista “aportarían 1,3 millones de m3 por día”, de acuerdo al documento. Es decir: sumando los 5 millones de m3 diarios que garantiza Bolivia y la inyección de la cuenca de Salta, de 1,3 millones de m3 por día, se registra un saldo 6,3 millones de gas.