«Hay una expectativa inmensa. El cambio de entrenador (Scaloni por Jorge Sampaoli) nos dio tranquilidad a los jugadores y algunos tomamos la decisión de seguir intentándolo», remarcó «Fideo».
Ángel Di María, en proceso de recuperación de un desgarro, abandonó la prudencia respecto de lo que imagina que pasará en Qatar para avanzar sobre lo que quiere en realidad el seleccionado argentino, y que no es otra cosa que «pelear para ganar el Mundial».
«Vamos a pelear para ganar el Mundial, porque estamos en un buen momento, llegamos a Qatar después de ganar la Copa América y la Finalíssima a Italia, tenemos un grupo fuerte y consolidado y las armas para luchar cada partido. Por eso nuestra ilusión es la de todos los argentinos, la de siempre», remarcó Di María en la primera de un ciclo de entrevistas realizadas por la Conmebol antes de la cita ecuménica.
La Conmebol lanzó un nuevo ciclo de entrevistas a figuras sudamericanas que van a participar del Mundial 2022 y se llama «El Juego Sagrado», y que arrancó con Di María y seguirá con Lionel Messi, el uruguayo Federico Valverde y el brasileño Neymar, entre más.
Pero el rosarino marcó diferencias con sus comprovincianos, los dos Lionel, el capitán Messi y el entrenador Scaloni, que en sus últimas notas afirmaron que ganar el Mundial «es muy difícil, porque hay muchos candidatos» y algunos consideraron que están, inclusive, «mejor que Argentina».
De hecho Scaloni sostuvo que para él hay «por lo menos 10 seleccionados en condiciones de ganar la Copa del Mundo».
Sin embargo «Fideo», a los 34 años, se diferenció especialmente de Messi porque también dio por seguro que este será su último Mundial y no dejó dudas al respecto.
«Está llegando un Mundial y es algo único. Hay una expectativa inmensa. El cambio de entrenador (Scaloni por Jorge Sampaoli) nos dio tranquilidad a los jugadores y algunos tomamos la decisión de seguir intentándolo y el técnico lo tomó de buena manera, mezclando a los jóvenes con nosotros, los más grandes, y así pudo conformar un hermoso grupo», destacó.
«Y pensar que alguna vez se me cruzó por la cabeza dejar la selección, pero por suerte tenía a mi esposa cerca como para insistirme en que lo siguiera intentando, que no aflojara. Porque mis padres en aquel momento me dijeron que ya estaba, que deje de sufrir, que con todo lo vivido era suficiente», recordó.
«Vamos a pelear para ganar el Mundial, porque estamos en un buen momento, llegamos a Qatar después de ganar la Copa América y la Finalíssima a Italia, tenemos un grupo fuerte y consolidado y las armas para luchar cada partido. Por eso nuestra ilusión es la de todos los argentinos, la de siempre»
Esta última referencia la hizo extensiva también a otra que, según contó, es la que persiste en la relación con su madre hoy en día y viene desde sus infancia.
«Siempre, cada vez que salgo de un hotel para jugar un partido llamó a mi madre para que me dé su bendición. Es como volver atrás en el tiempo, a mi infancia, cuando ella me llevaba en bicicleta a la escuela o a jugar y me deseaba siempre suerte. Ahora lo hace por teléfono, pero tengo que llamarla sí o sí, a cualquier hora que sea», reveló.
«Y también está mi mujer, la que siempre estuvo apoyándome y bancándome, sobre todo en los malos momentos. La verdad que tener a semejante pilar en mi casa, especialmente cuando no estoy y ella se queda con mis hijas, haciendo de todo por ellas, para mí es algo fundamental», apreció.
La charla dio otra vuelta por el fútbol, pero ya en modo «recuerdos», y en ese rubro resaltó «los mejores momentos» de su carrera y «los goles más recordados».
Respecto de los primeros apuntó al «Mundial de Brasil 2014 y después la Copa América que se ganó en Brasil el año pasado. Con siete años de diferencia entre uno y otro, esos fueron los dos años más importante de mi carrera», sentenció.
«Y en cuanto a los goles más lindos, que también fueron los más trascendentes por la instancia en que los convertí, están el que le hice a Francia para el 1-1 parcial en el Mundial de Rusia, por supuesto el del 1 a 0 de la final con Brasil, y también el del 1-0 a Nigeria que nos dio la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008», enumeró.
De esos momentos saltó entonces al futuro, inasible por supuesto, pero que tiene en mente alcanzar desde hace mucho tiempo, aunque ahora no parece verlo tan claro como antes.
«La verdad que desde hace mucho tiempo tengo en la cabeza terminar mi carrera en Rosario Central donde empecé. Es cierto que hoy en día las cosas en el club no están fáciles, pero esa idea la sostengo, porque quisiera, aunque sea por un año nomás, disfrutar a pleno del fútbol argentino y del equipo en que nací», confesó.
Después, y tras hablar de su madre, su esposa y sus hijas, la referencia fue para su padre también, y al respecto sostuvo que de no haber sido futbolista, «hubiese sido carbonero como él».
Y en el epílogo de la entrevista llegó, por fin, la elipse que lo hizo coincidir con Messi respecto de Qatar 2022, quizá sin tanta convicción y más atento a su pasado reciente en parís Saint Germain.
«Cuando se habla de un candidato para el Mundial surge inmediatamente Francia por ser el último campeón (Argentina podría cruzarlo prematuramente en octavos de final), pero es difícil ampliar esa lista porque otros seleccionados importantes como Alemania y España parecen estar bien, pero como atraviesan procesos de recambio con muchos jóvenes que están llegando, y entonces nunca se sabe qué puede pasar con ellos en una competencia de la máxima exigencia como esta», concluyó.
Fuente: Télam