El periodismo y la Iglesia comparten un compromiso con la ética y la responsabilidad social. La Doctrina Social de la Iglesia resalta la necesidad de actuar con justicia y caridad, valores que también son esenciales en el periodismo.
El Día del Periodista se celebra en diferentes fechas alrededor del mundo. En nuestro país, el 7 de junio, en conmemoración de la fundación del primer periódico argentino, “La Gazeta de Buenos Ayres”, en 1810 por Mariano Moreno.
Esta fecha es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia y el rol del periodismo en la sociedad, más aún en tiempos de digitalización y cuando las redes sociales han transformado el panorama mediático.
El periodismo y la Iglesia comparten un compromiso con la ética y la responsabilidad social. La Doctrina Social de la Iglesia resalta la necesidad de actuar con justicia y caridad, valores que también son esenciales en el periodismo. La ética periodística, animada por estos principios, busca no solo informar sino hacerlo de manera que respete la dignidad del hombre y la mujer y promueva el bien común. Esto implica un periodismo justo, equilibrado y compasivo, evitando el sensacionalismo y el daño gratuito a las personas.
Desde el inicio de su Pontificado, el papa Francisco ha puesto en reiteradas veces la mirada sobre el servicio y la vocación de los y las periodistas y ha renovado con su enseñanza el aporte mutuo que la Iglesia y el periodismo pueden brindarse entre sí.
El Santo Padre siempre ha manifestado la necesidad de que la vocación periodística tenga ante todo un compromiso con la verdad y recuerda la gravedad de las fake news y del virus de la “desinformación”. Es esencial que los periodistas se comprometan a buscar y mostrar la verdad con integridad y esa integridad sea un instrumento para que la sociedad se construya sobre la confianza y la transparencia.
Otro elemento que Francisco siempre resalta es la vocación de servicio y el periodismo no es una excepción. El trabajo no es solo informar, sino también servir al bien común. Esto implica periodistas que den lugar a las historias que importan, presten sus palabras para darle voz a los marginados y que la tarea tenga como fin poner luz donde se evita mostrar las injusticias. El mundo de hoy esconde muchas cosas y el periodismo las debe hacer visibles.
Francisco enfatiza la importancia del diálogo y la comprensión. La tarea periodística bien realizada tiene el poder de facilitar el diálogo entre diferentes comunidades y culturas, promoviendo la empatía y la concordia. El periodismo puede ser puente en un mundo lleno de barreras que dividen. ¡Y cuánto en esto pueden hacer los periodistas, y cuánto pueden ser artesanos de la paz! La promoción del diálogo y la paz es otra área donde la Iglesia y el periodismo se encuentran. La Iglesia busca siempre el diálogo, la paz y la unidad en la diversidad. Del mismo modo, el periodismo tiene el poder de fomentar la comprensión y la cooperación entre diversos grupos y culturas y dar lugar a la paz y la cohesión social.
El Papa Francisco ha subrayado repetidamente la importancia de la libertad de prensa como pilar fundamental de la democracia y los derechos humanos. En varios discursos y mensajes, expresa que una prensa libre y diversa es crucial para una sociedad justa y transparente.
Francisco también ha manifestado su preocupación por la violencia y la censura que sufren los periodistas, especialmente en países donde la libertad de expresión está restringida. En este día también renovamos el compromiso de solidaridad con periodistas que son perseguidos, encarcelados o incluso asesinados por su trabajo en diversas partes del mundo. Rezamos en la Iglesia hoy por todos ellos y sus familias.
En medio de una crisis económica grave en nuestro país hay medios de comunicación que enfrentan dificultades muy severas. Esto ha llevado a recortes de personal, cierre de medios y una creciente precarización laboral de los y las periodistas. Nos interpela la problemática salarial de hombres y mujeres que sirven en los medios de comunicación y merecen también un sueldo digno. Hoy no podemos dejar de recordar a quienes han perdido su fuente laboral y no tienen un trabajo digno para vivir plenamente su vocación. Celebrando el día del periodista nos comprometemos a mirar con un corazón sensible a quienes hoy se ven angustiados por la falta de trabajo. Es un día de festejo, pero también de unirnos en la preocupación y solidaridad.
En este Día del Periodista honremos la dedicación de aquellos que, día tras día, nos traen la verdad y nos invitan a reflexionar sobre la realidad que nos rodea. En un mundo donde la información es poder, el periodismo se erige como un pilar esencial de la democracia y la justicia social. Del periodismo también depende no deshumanizar nuestro modo de vivir y de relacionarnos.
Que cada reportaje y cada crónica sea una contribución a un mundo mejor informado, más justo y más humano. Hoy, más que nunca, necesitamos un periodismo valiente, que no tema a la adversidad y que sepa que su verdadero poder reside en su capacidad de iluminar la realidad. Sigamos adelante con la convicción de que, en nuestras manos, tenemos la capacidad de crecer, como dice Francisco, en una verdadera “cultura del encuentro”.
¡Feliz Día del Periodista!