El dólar blue saltó $35 en lo que va del año y cerró este martes en $381 para la venta. Los analistas aseguran que ya se observa un traslado a los precios en las góndolas.
El dólar blue alcanzó un nuevo récord nominal y cerró este martes a $381 para la venta, en una profundización de las tensiones cambiarias que comenzaron sobre el final del año pasado. Los economistas consultados por BAE Negocios señalaron con preocupación el impacto sobre la inflación, que ya comenzó a notarse en los relevamientos privados, y las intenciones del Gobierno de llevar el IPC desde el 5,1% de diciembre a la zona del 3% mensual en abril. Este proceso se enmarca en medio del exceso de pesos, expectativas negativas por la escasez de reservas y los efectos que tendrá la sequía en la oferta de divisas y alimentos en esta primera parte del 2023.
Luego de un lunes tranquilo, el dólar informal retomó su tendencia alcista y saltó $5 en las cuevas de la City porteña. Así, operó a $377 para la compra y $381 para la venta, superando el récord de $378 que había marcado la semana pasada. El blue continúa liderando el mercado como la divisa más cara detrás del «dólar Qatar» que cerró a $384,12.
En lo que va de enero la suba acumulada del blue es de $35 mientras que la brecha contra el oficial escaló al 98,3% y al 106,2% respecto al mayorista. Los financieros operaron de forma dispar, con suba en el MEP y baja del CCL, que en definitiva también funcionan como un piso para el informal. Los anuncios de Economía sobre la recompra de deuda, acompañada por suba de tasas en instrumentos del BCRA para captar más pesos, no consiguieron una mejora en las expectativas devaluatorias del mercado en medio de la escasez de reservas.
El presidente de Romano Group, Alfredo Romano, afirmó: «El blue se está acomodando hacia los niveles del Qatar que pasa a ser una referencia de precios en el mercado y se mueve al ritmo del crawling peg. Un piso de referencia, pero no lo vemos como techo porque las tensiones cambiarias van en aumento. Los próximos 90 días serán muy complejos».
Los economistas consultados advierten por el efecto de las tensiones financieras en la intención oficial de bajar la inflación y el funcionamiento de Precios Justos, que es una de las apuestas del equipo económico junto con el ajuste fiscal. El director de la consultora Sarandí, Sergio Chouza, explicó que las restricciones al Mercado Único Libre de Cambios recrudecen las consecuencias del salto nominal de los dólares paralelos.
«Hay empresas que tienen que usar dólares propios y es lógico que sigan ese parámetro para defender su rentabilidad. En los relevamientos de alta frecuencia sobre bienes durables ya se ve un traslado significativo del cimbronazo de este mes», resaltó el economista. Chouza también advirtió que puede verse afectada la predisposición de las empresas a cumplir con el abastecimiento esperado por Comercio Interior en los acuerdos de precios. La intención oficial es que superen al menos el 80% pero se mantienen en algunos casos por debajo del 60% en supermercados.
En coincidencia, Rocío Bisang de la consultora Eco Go señaló: «Hay empresas que importan al oficial y tienen precios fijados a un intermedio entre ese valor y los paralelos, por lo que el programa es conveniente en términos generales pero algunos insumos en pesos no están alcanzados por la medida y cotizan más cerca de los alternativos. En enero vemos una aceleración de los alimentos, que son los más alcanzados por Precios Justos. Pero la brecha no es el único factor que preocupa. La sequía está jugando a favor, impulsando a la baja las carnes, pero esperamos que en los próximos meses la situación se revierta y eso, junto con el posible aumento del trigo y de la leche, va a significar un desafío a la hora de mantener los acuerdos y contener la inflación«.
Por su parte, Romano sostuvo: «Proyectamos que la inflación de enero va a terminar en 5,5%, por lo que se cortó la tendencia a la baja ya que febrero y marzo van a estar más arriba. Tenemos que contar además con el efecto de la sequía en los precios de muchas cadenas, como puede ser el caso del pan. Con los niveles actuales de emisión monetaria y pasivos remunerados, tensiones cambiarias, falta de reservas y expectativas de devaluación, no vemos posible llegar a un IPC del 3% en abril. Sin salto discreto vemos una inflación del 106%, pero se puede ir arriba del 150% en el escenario más pesimista«.
Fuente: BAE Negocios