El próximo 8 de abril, varios países de América del Norte, particularmente los Estados Unidos, podrán disfrutar de unos de los fenómenos astronómicos más maravillosos y la movilización de gente se estima será enorme.
El próximo 8 de abril un eclipse total de sol podrá verse en algunos países de América del Norte, y los pequeños pueblos y enclaves rurales a lo largo de la trayectoria del eclipse total de abril se están preparando para recibir grandes multitudes de cazadores del sol que planean vislumbrar cómo el día se convierte en anochecer.
Abastecerse de alimentos, imprimir direcciones y tener mucha paciencia: los pequeños pueblos y enclaves rurales a lo largo de la trayectoria del eclipse solar total del 8 de abril se están preparando para recibir a la gran cantidad de personas que planean viajar para vivir cómo el día se convierte en anochecer en la región.
Desde Texas hasta Maine, los habitantes se han abastecido de combustible adicional y han instalado baños portátiles, y recomendaron estar preparados.
Algunas ciudades emitieron declaraciones de desastre para obtener apoyo adicional con la vigilancia y otros tipos de ayudas, similar a las que se reciben después de tormentas severas. En Oklahoma, por ejemplo, la Guardia Nacional será desplegada. Debido al intenso tráfico esperado y otras interrupciones, cientos de escuelas están cerrando o cambiando a clases online en estados como Texas, Indiana, Ohio, Nueva York, Pennsylvania y Vermont.
No hay que mirar más allá del último eclipse solar total que vivió Estados Unidos en 2017 para comprender la preocupación, dijo Tom Traub, que forma parte del programa de embajadores de eclipses de la NASA, al portal Univisión.
Ese año, Traub viajó a Beatrice, Nebraska, una localidad de 12,000 habitantes donde se habían concentrado unas 40,000 para contemplar el eclipse.
“Había estaciones de servicio que se estaban quedando sin gasolina”, dijo Traub, quien también forma parte de la junta que administra el Observatorio Martz-Kohl cerca de Frewsburg, Nueva York. “Había restaurantes que se estaban quedando sin comida. Había baños llenos y cerrados”, explicó.
Esta vez, los principales lugares de visualización del fenómeno natural quieren evitar que se repita algo así. «Se están preparando para el peor de los casos», dijo. «Y esperemos que no ocurra», agregó.
Desde los distintos organismos, instan a no esperar hasta el último minuto para comprar alimentos. Así ocurre, por ejemplo, en el condado de Kerr, ubicado a unas 65 millas al noroeste de San Antonio, en el corazón de Texas Hill Country, donde se espera que la población normal de 53,000 habitantes se duplique o triplique.
En Ohio, donde el gobernador Mike DeWine firmó una orden ejecutiva este mes para garantizar que el estado estuviera bien preparado, los funcionarios de manejo de emergencias están instando a los residentes a llenar sus tanques de gasolina o cargar completamente sus vehículos eléctricos antes de salir.
Incluso los aeropuertos regionales más pequeños se están preparando. En Cape Girardeau, Missouri, se está transportando combustible adicional, dijo la directora del aeropuerto, Katrina Amos.
El aeropuerto fue tomado por sorpresa en 2017, cuando la ciudad de alrededor de 40,000 habitantes a lo largo del río Mississippi también se encontraba en el camino de la totalidad del eclipse. Ese día aterrizaron entre 40 y 50 aviones más. «No esperábamos esto», dijo Amos.
Este año, se han inscrito voluntarios para ayudar a estacionar todos los aviones adicionales que se esperan.
Por otra parte, la Guardia Costera tendrá barcos patrullando en el lago Erie, ya que está en el área en la que el eclipse alcanzará la totalidad, por lo que algunos planean observar el fenómeno desde el agua en esta zona.
Todos los departamentos de bomberos estarán manos a la obra en la trayectoria del eclipse, dijo el doctor Brad Raetzke, médico de la sala de emergencias en Columbus, Ohio, quien también es director médico de varios departamentos de bomberos en el área.
En 2017, fue con su familia a Nashville, Tennessee, para ver el eclipse. El viaje de regreso duró 15 horas, en lugar de las seis habituales. “Entonces puedo entender la importancia de la planificación”, dijo.
El tráfico será «casi una pesadilla una vez que termine la totalidad», dijo Chris Temple, portavoz de VisitErie, quien ha estado en reuniones durante más de un año planificando una avalancha de visitantes que podría duplicar el tamaño de la ciudad de 94,000 habitantes.
A pesar de las molestias, el eslogan turístico de la ciudad para prepararse para el eclipse termina con un recordatorio: «Disfruta el momento».
NA