La administración de Joe Biden indicó que la puerta para la diplomacia no está cerrada, pero que el régimen de Kim Jong-un debe cesar inmediatamente sus acciones desestabilizadoras
El Gobierno de Estados Unidos aseguró que el misil balístico intercontinental (ICBM) lanzado por Corea del Norte aumenta la tensión de forma innecesaria y supone un riesgo desestabilizador para la situación de seguridad en la región.
En un comunicado, la Casa Blanca señaló que el lanzamiento es una violación descarada de muchas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y urgió a todos los países a condenarlo y a emplazar a Kim Jong-un a sentarse en la mesa de negociación para tener una conversación “seria”.
La Administración que dirige el demócrata Joe Biden indicó que la puerta para la diplomacia no está cerrada, pero que el régimen de Pyongyang debe cesar inmediatamente sus acciones desestabilizadoras.
Por su parte, el portavoz gubernamental japonés, Hirokazu Matsuno, indicó este viernes que el misil balístico intercontinental norcoreano voló unos 1.000 kilómetros, alcanzando un apogeo de unos 6.000 km antes de caer dentro de la zona económica especial (ZEE) nipona.
Tanto Tokio como Seúl detectaron durante la mañana de este viernes el lanzamiento hacia el este de un misil en apariencia balístico.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano informó que el lanzamiento se realizó en torno a las 10:15 (hora local) en el área de Sunan, donde se encuentra el aeropuerto internacional de Pyongyang, lugar elegido por el régimen para lanzar también un ICBM en febrero, marzo y el pasado 3 de noviembre, aunque dos de los lanzamientos resultaron fallidos.
El lanzamiento de este viernes se suma a la treintena de proyectiles, una cifra récord, que disparó a principio de noviembre Pyongyang en respuesta a unas grandes maniobras aéreas de Seúl y Washington, incluyendo otro ICBM que aparentemente falló y se estrelló prematuramente en aguas del mar de Japón.
La tensión en la península está alcanzando cotas inéditas ante las repetidas pruebas de armas norcoreanas, las maniobras de los aliados y la posibilidad de que, tal y como indican los satélites, el régimen de Kim Jong-un ya esté listo para realizar su primera prueba nuclear desde 2017.
El lanzamiento de este viernes se suma a la treintena de proyectiles, una cifra récord, que disparó a principio de noviembre Pyongyang en respuesta a unas grandes maniobras aéreas de Seúl y Washington, incluyendo otro ICBM que aparentemente falló y se estrelló prematuramente en aguas del mar de Japón. (REUTERS)
Washington anunció que tomará “las medidas necesarias” para garantizar “la seguridad de la patria americana y de la República de Corea”, así como la de sus aliados japoneses.
El lanzamiento de este misil se produce al tiempo que los ministerios de Defensa surcoreano y estadounidense han establecieron un organismo consulto de políticas dedicado a los misiles, conocido como Grupo Consultivo de Política de Respuesta a Misiles (CMWG) en Seúl, informó Yonhap.
El objetivo de este organismo es sentar las bases para una coordinación de políticas “más profunda” en materia de misiles balísticos, con motivo del aumento de las tensiones en la península de Corea, “con frecuentes provocaciones de misiles sin precedentes”.
Fuente: Infobae