Son cinco partidarios de Donald Trump, miembros de la milicia de extrema derecha Oath Keepers, incluido su fundador Stewart Rhodes, que enfrentan concenas que podrían llegar a los 20 años de cárcel.
A más de 20 meses del asalto al Capitolio de Estados Unidos por partidarios del entonces presidente Donald Trump, comenzaron este lunes los alegatos iniciales en el juicio por sedición a varios miembros de la milicia de extrema derecha Oath Keepers, incluido su fundador Stewart Rhodes, que arriesgan 20 años de cárcel de ser encontrados culpables.
Rhodes, un exmilitar conocido por su parche en el ojo y sus feroces diatribas, y cuatro líderes de grupos regionales están acusados de atacar la sede del Congreso en Washington el 6 de enero de 2021 a fin de mantener a Trump en la Casa Blanca a pesar de su derrota electoral.
Ese día, los cinco asaltaron el templo de la democracia estadounidense junto a otros 1.000 partidarios instigados por el propio mandatario republicano, en momentos en que los congresistas certificaban la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.
Los acusados estuvieron este lunes en la sala donde se los juzga.
Rhodes, Kelly Meggs, Thomas Caldwell, Jessica Watkins y Kenneth Harrelson son los primeros en ser juzgados por este cargo.
Se espera que sus abogados aleguen que no querían derrocar al gobierno pero que esperaban que Trump declarara el estado de insurrección, en virtud de una ley de 1807 que permite a los presidentes norteamericanos movilizar ciertas fuerzas armadas en circunstancias excepcionales.
Los miembros del jurado fueron seleccionados la semana pasada después de que el juez Amit Mehta negara una solicitud de la defensa para trasladar el juicio fuera de Washington argumentando que los residentes podían estar predispuestos en contra de los acusados debido a la violencia desatada en el ataque.
El abogado de Rhodes también le pidió al magistrado que prohibiera durante el juicio el uso de términos que se usan con frecuencia para referirse a los Oath Keepers, como «antigubernamental», «milicia organizada», «extremistas», «racistas» y «nacionalistas blancos», informó la agencia de noticias AFP.
Desde la asonada que causó un potente estrépito mundial y dejó cinco muertos y numerosos heridos, más de 870 personas fueron detenidas mientras que unos 100 recibieron penas de prisión, incluidos los autores de violencia contra la policía.
Pero hasta ahora nadie había tenido que enfrentar la acusación de «sedición», esto es, el levantamiento de personas contra un gobierno con el fin de derrocarlo u oponerse a una de sus leyes.
Rhodes, Kelly Meggs, Thomas Caldwell, Jessica Watkins y Kenneth Harrelson son los primeros en ser juzgados por este cargo.
Trump prometió indultos y disculpas a quienes participaron de la embestida en caso de volver a ser presidente.
Castigado con 20 años de prisión, se diferencia de la insurrección, que tiene un carácter más espontáneo.
Según el acta, los acusados «conspiraron para oponerse por la fuerza a la transferencia legal del poder presidencial».
Rhodes está acusado de haber comenzado a reclutar a milicianos en noviembre de 2020.
«No vamos a salir de esto sin una guerra civil», les escribió dos días después de las elecciones presidenciales, en un mensaje encriptado.
El mes pasado, Trump prometió indultos y disculpas a quienes participaron de la embestida en caso de volver a ser presidente.
Poco después, un expolicía fue condenado a 10 años de prisión por haber participado en el hecho, en la pena más grave dictada hasta la fecha.
Fuente: Télam