El cuerpo de la joven Florencia Aranguren fue hallado en un sendero próximo a la playa del barrio José Gonçalves, tras las investigaciones la policía detuvo a un hombre que trabajaba a poca distancia donde ocurrió el femicidio.
El detenido como acusado de asesinar a puñaladas a una mujer argentina en la ciudad balnearia Buzios, en el estado brasileño de Río de Janeiro, trabajaba hacía tres meses en la playa cercana a la escena del crimen, mientras que la familia de la víctima lleva a cabo la cremación del cuerpo para regresar al país, informaron hoy fuentes consulares y municipales.
El apresado, nacido en Brasil e identificado por la policía local con las iniciales C.J. de F (32), está imputado por el crimen de Florencia Aranguren (31), quien fue encontrada muerta con al menos una herida de arma blanca en un sendero y junto a su perro con el que paseaba cuando la atacaron.
Según expresaron fuentes del municipio de Buzios, el acusado residía allí desde hacía tres meses y trabajaba en la playa del barrio José Gonçalves, en la zona sur de esa ciudad turística de Brasil, de donde no era oriundo.
«Es una playa que queda alejada de la ciudad. Es un barrio de mucha preservación ambiental, por lo que hay mucha flora, donde en el interior hay un camino, que es donde ocurrió el crimen», dijo a Télam una fuente de la municipalidad de Buzios.
Tenía antecedentes penales por un intento de robo, por el cual estuvo preso, agregó la fuente.
Por otra parte, la hermana y el cuñado de Aranguren viajaron hacia la ciudad de Río de Janeiro y esta madrugada se trasladaron a Cabo Frío, donde se iba a realizar la autopsia correspondiente, informó a Télam Ana Sarrabayrouse, cónsul general de Argentina en Río de Janeiro.
Según precisaron las fuentes, los familiares de la mujer se encuentran tramitando la cremación del cuerpo para así traer los restos al país en los próximos días.
Por su parte, Tomás Sánchez, padre de Macarena Sánchez, amiga de Florencia quien reside en Brasil, recordó a la joven asesinada como una «un amor de persona», y señaló que hace dos meses conoció Buzios, por lo que hace cuatro días viajó para instalarse allí porque «quedó enamorada del lugar».
«Estuvo viviendo en Andorra y fue a Buzios para trabajar, y estar más cerca de Macarena, que se conocen de chicas, y siempre estuvieron en contacto. Mi hija está desconsolada, totalmente destrozada», dijo el hombre a Télam.
Sánchez contó que el perro que acompañaba a Florencia en el momento del crimen se llama «Tronco» y que lo trajo de España, en uno de sus últimos viajes.
Aranguren era oriunda de la localidad bonaerense de Pilar, era dibujante, hacía acrobacia, había trabajado en un bar del barrio porteño de Palermo y era bartender.
El cuerpo de la mujer fue hallado este miércoles poco después de las 7, en un sendero próximo a la playa del barrio José Gonçalves.
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De acuerdo con las imágenes de una cámara de seguridad difundida por medios locales, a las 7.05 la joven quedó registrada cuando caminaba por la vereda de una cinta asfáltica sin tránsito vehicular, llevando a su perro de la correa y con una mochila oscura sobre sus hombros, hasta que llegó a una curva que gira hacia la derecha y se perdió de vista detrás de la vegetación al costado del camino.
Según fuentes del ayuntamiento local, fue un vecino que caminaba por el sendero quien encontró el cuerpo y dio aviso a la policía.
Tras esta alerta, los efectivos se trasladaron hasta el lugar y junto al cuerpo de la víctima estaba su perro, que tenía manchas de sangre, agregaron las fuentes.
Poco después tomó intervención en la investigación la Policía Militar de Río de Janeiro, que apresó a un sospechoso en un domicilio cercano a la escena del crimen.
Según los voceros, el acusado se había bañado, aunque se encontró en su poder ropa interior con manchas de sangre que fue secuestrada para ser analizada y ver si se corresponde con la de Aranguren.
Al ser detenido, el hombre fue llevado hacia la escena del crimen, donde el perro de Aranguren comenzó a ladrar de manera incesante ante su presencia, explicaron.
A su vez, el sospechoso tenía marcas en su cuerpo, por lo que se procurará establecer mediante peritajes si se trata de rasguños producidos en un forcejeo con la víctima.
Por su parte, el Ayuntamiento de Buzios aseguró en un comunicado, al que tuvo acceso Télam, que refuerza su «compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia, sumando esfuerzos con los órganos responsables para garantizar que este crimen no quede impune».
En abril del año pasado, también en Buzios, la argentina Evangelina Mariel Trotta (48), dueña de una empresa de alquiler de buggies en esa zona, fue encontrada asesinada a puñaladas y días después su exmarido y padre de sus hijos, que era buscado por el femicidio, se suicidó de un disparo.
TÉLAM