Para la compra de los títulos se utilizarán recursos del Tesoro a partir de las disponibilidades que dejó el ejercicio 2022 y en función de la previsión de menores gastos de importación en rubros como el gas natural licuado, explican en el Palacio de Hacienda.
El Gobierno decidió comenzar un proceso de recompra de la deuda externa argentina con la intención de mejorar el perfil de vencimientos, reducir el riesgo país y facilitar las condiciones de financiamiento.
La iniciativa comienza con la recompra de más 1.000 millones de dólares de deuda según anunció este miércoles por la mañana el ministro de Economía, Sergio Massa. Las operaciones se realizarán en nombre del Tesoro y a través del Banco Central y se concentrarán en los bonos a menores plazos, como los Globales 29 y 30. “Comenzaremos hoy con una orden por 300 millones de dólares”, precisó a Ámbito una alta fuente oficial.
Para la compra de los títulos se utilizarán recursos del Tesoro a partir de las disponibilidades que dejó el ejercicio 2022 y en función de la previsión de menores gastos de importación en rubros como el gas natural licuado, explican en el Palacio de Hacienda.
“El dato importante es que se trata de una decisión de pasivos, que no debe ser interpretada como una medida aislada, sino dentro de una estrategia global sobre la que estamos trabajando”, señaló a este medio una importante fuente del Palacio de Hacienda.
La medida se conoció mediante un mensaje de Massa difundido a las 9 horas, pero el discurso fue grabado este martes por la noche, tras una reunión que mantuvo el titular del Palacio de Hacienda con sus colaboradores, según pudo saber Ámbito.
El ministro sostuvo que mediante una decisión conjunta de la Secretaría de Finanzas y de la Secretaría de Hacienda se encomendó “para la mayor transparencia de la operación al Banco Central de la República Argentina a que en nombre del Tesoro lleve adelante ese proceso de recompra a los efectos de seguir mejorando el perfil de deuda externa de la Argentina para seguir bajando lo que se denomina riesgo país, que de alguna manera, mejora las posibilidades de las empresas argentinas y del Estado argentino de acceder al mercado de capitales”.
Se trata de “un primer paso de 1.000 millones de dólares. Muy enfocado en los globales, sobre todo los de corto vencimiento; 29, 30” dijo el ministro y agregó que “entendemos que ahí es donde tenemos que atacar para la mejor administración de la deuda, el perfil de deuda y el perfil de vencimientos de la Argentina”.
Al respecto, en la última semana, según un informe del grupo Cohen, los bonos soberanos subieron un promedio de 7,6% impulsados por los bonos de legislación extranjera (7,7%) y por los de ley local (7,6%). Los más destacados fueron el AL30 (+11,2%), el AL29 (+11%) y el GD30 (+10%). Tras estos movimientos, los bonos soberanos acumulan un alza de 13% en el 2023. Las paridades se encuentran en niveles de 32% y el riesgo país perforó la barrera de los 2.000 bps y se encuentra en 1.980, sus mejores niveles en siete meses.
Privados
El titular del Palacio de Hacienda, adelantó que “seguramente, a lo largo de los próximos meses, estaremos invitando también al sector privado a acompañar al Estado argentino en este trabajo de mejora de perfil es que llevemos adelante otras medidas como la que hoy estamos tomando”. El ministro invitó “a todos a que trabajemos a que la mejora en el perfil de la deuda en la Argentina nos permita a todos devolver a la Argentina a un lugar de participación en el mercado de capitales”.
Tras recordar que el riesgo país tuvo una baja de 1.000 puntos , Massa consideró que “eso significa una ventana de oportunidad para la Argentina”.
Para la compra de los títulos se utilizarán recursos del Tesoro a partir de las disponibilidades que dejó el ejercicio 2022 y en función de la previsión de menores gastos de importación en rubros como el gas natural licuado.
Massa recordó que “nos fijamos en aquel momento cuatro premisas: el orden fiscal, la acumulación de reservas, el aumento o el crecimiento de las exportaciones argentinas y el desarrollo con inclusión. En ese sentido, apostamos a que, inversión pública e inversión privada ayudarán al desarrollo con inclusión. Logramos un proceso de acumulación de reservas a partir de medidas de promoción de exportaciones y también aumentamos y logramos en algunos sectores como el automotriz o el sector agro, niveles récord de exportaciones”.
Afirmó que “los números del 2022 nos permitieron cerrar con cumplimiento y sobrecumplimiento de algunas de las metas; tanto en el caso fiscal como en el caso de acumulación de reservas”.
La decisión de salir a recomprar deuda se enmarca en que algunas de las proyecciones para 2023 se fueron modificando, según señaló Massa. “algunas que tienen que ver con inclemencias climáticas, pero también algunas que tienen que ver con crecimiento de valor de productos de exportación o con menor nivel de importación. Tal es el caso, por ejemplo, de los menores niveles de importación de energía que va a tener que realizar la Argentina respecto de lo que estaba proyectado en el Presupuesto 2023”.
Dudas
Tras el anuncio, la primera pregunta que se formulan los operadores es de dónde surgirán los excedentes para recomprar la deuda en momentos en que, si bien se redujo, igual se sigue teniendo déficit fiscal.
Asimismo, no queda claro que exista disposición de reservas ya que las menores compras de GNL en el invierno previsiblemente serán más que compensadas por la menor exportaciones del agro como consecuencia de la sequía. Al respecto, se estima que la pérdida de ingresos al fisco podría llegar a ser de unos 10 mil millones de dólares. También, se supone que esta operación, debe haber sido consultada con el Fondo Monetario Internacional.
Fuente: Ámbito