El Sindicato de Empleados de Comercio y las cámaras empresariales firmaron un acuerdo paritario que contempla un aumento acumulativo del 5,4% para abril, mayo y junio. Sin embargo, el Ministerio de Capital Humano se negó a homologarlo, a pesar del consenso entre trabajadores y empresarios.
¿La razón? El Gobierno decidió de forma unilateral que no se permiten aumentos mayores al 1% mensual, ignorando el proceso de negociación colectiva.
La inflación acumulada entre enero y marzo fue del 8,6%, y el Gobierno pretende ponerle un techo del 12% a los salarios para todo el año. Con una inflación proyectada del 32% para 2025 (según estimaciones optimistas), los trabajadores perderíamos al menos un 20% del poder adquisitivo.
El programa económico actual apunta a que los salarios sigan cayendo, tal como lo exige el FMI en el acuerdo firmado con Argentina.
Y un dato no menor: no parece muy “liberal” prohibir un acuerdo libremente pactado entre las partes. La tan anunciada “libertad” no parece incluir el derecho a negociar mejores condiciones de vida.