El Sumo Pontífice solicitó un «cese inmediato del fuego» a la vez que exigió la “liberación inmediata” de los rehenes secuestrados hace un año en Gaza.
El papa Francisco se refirió a la guerra que envuelve a Medio Oriente tras la invasión de Israel a Líbano y pidió «detener el espiral de venganza». El conflicto, que ya llega casi al año, lleva decenas de muertos y cientos de heridos.
En ese contexto, Francisco hizo un llamado a la comunidad internacional para que “no se repitan” ataques como el de Irán a Israel de la semana pasada porque «pueden precipitar a esa región en una guerra aún mayor”.
“Todas las naciones tienen derecho a existir con paz y seguridad y sus territorios no deben ser atacados ni invadidos. La soberanía debe ser respetada y garantizada por el diálogo y la paz y no por el odio ni la guerra”, sostuvo.
“Mañana se cumplirá un año del ataque terrorista contra la población en Israel, a la que renuevo mi cercanía. No olvidemos que aún hay muchos rehenes en Gaza, para los que pido la liberación inmediata”, dijo el pontífice tras el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico.
En la misma línea, se refirió a las personas que más sufren los embates de la guerra: «Esta población está sufriendo mucho en Gaza y en los demás territorios. Se trata mayormente de civiles inocentes, gente que debe recibir ayuda humanitaria.. Recemos por los libaneses, especialmente por los habitantes del sur, obligados a dejar sus aldeas”.