La reapertura oficial se da a cinco años del intento de cierre que impulsó la administración de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal con el despido de más de 200 empelados.
El presidente Alberto Fernández encabezará hoy, junto al ministro de Defensa, Jorge Taiana, la reapertura de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos (Fanazul), en el municipio bonaerense de Azul.
Según se informó, el acto se desarrollará desde las 11.30 en la sede de la planta, ubicada en el kilómetro 9 de la Ruta Provincial 80, y también participará el titular de Fabricaciones Militares, Iván Durigón.
La reapertura oficial se da a cinco años del intento de cierre que impulsó la administración de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal con el despido de más de 200 empelados, situación que convirtió a la fábrica en un caso emblemático de lucha por los derechos de las y los trabajadores.
Ollas populares, más de mil días de acampe, cortes en las rutas 51, la 3 y la 226; marchas; dos grandes movilizaciones desde la localidad de Azul hacia Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y la conformación de un comité de crisis fueron parte de esa resistencia que consagró a Fanazul como un ícono de lucha que en determinados momentos deben librar los trabajadores en pos de mantener sus puestos laborales.
Ubicada a unos 32 kilómetros del centro de Azul, Fanazul fue inaugurada en 1946, y desde sus inicios estuvo destinada a producir bienes y servicios para la defensa, la minería y otras actividades.
Abocada al abastecimiento de estos sectores, la fábrica llegó a ser la única productora de trinitrotolueno (TNT) de Sudamérica.
Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, Fanazul se reactivó, luego de un fallido intento de privatización en la gestión de Carlos Menem.
Entre 2003 y 2015 se incorporó personal e inversión a la empresa, y de esta forma «estuvo dentro de los estandartes internacionales», comentó semanas atrás a Télam Oscar Galante, vicepresidente de Fabricaciones Militares.
Fue así que, para 2015 había cinco plantas productivas dentro de la unidad: la de Nitroglicerina, Trinitrotolueno (TNT), Emulsiones explosivas, Planta de Proyectiles, y el servicio de Destrucción de Materiales Explosivos.
Pero el proceso se interrumpió cuando el gobierno de Cambiemos determinó, en ese fin de año de 2017, el cierre de la fábrica para «achicar gastos» del Estado.
El desmantelamiento se dio entre diciembre de 2017 y 2019. Recién en 2020, con el cambio de gobierno, se decidió la reapertura y reconstrucción, con una pandemia de coronavirus mediante que demoró el proceso.
Ahora, tras años de paralización se prepara para elaborar el Mastermix, un tipo de explosivo que fue encargado por Perú.
Según precisaron desde Fabricaciones Militares, en contraste con las 16 personas que habían quedado, hoy son 114 los agentes que tienen asignadas tareas en una fábrica que está lista para volver a producir.
(Télam)