Nuevo mercado de pases y una nueva ilusión de la dirigencia de Boca de romper el mercado con una incorporación de peso para soñar con la Libertadores.
La posibilidad de que Edison Cavani pueda llegar a Boca resurgió al conocerse que un allegado al futbolista uruguayo se habría acercado a la dirigencia «xeneize» para ofrecerle los servicios del delantero, quien tiene un año más de contrato con el Valencia de España.
Entre varias versiones, el diario español Mundo Deportivo señala que el club de la «naranjita» no tendría inconvenientes en arreglar la desvinculación del punta «charrúa», quien habría rechazado una oferta del de la Liga Saudí por 5 millones de euros netos por temporada.
Parece que esta vez para el «Matador» Cavani no es una prioridad seguir en Europa como lo era, por caso, el año pasado, con el Mundial de Qatar de por medio.
A los 36 años, el delantero y su familia tendrían ganas de volver a vivir en Sudamérica.
Según dijeron a Télam allegados a los integrantes de la Secretaría de Fútbol boquense, hubo anoche contactos entre alguien que trabaja para el representante del jugador, su hermano Walter Guglielmone, y el vicepresidente Juan Román Riquelme, que alimentan la chance de que el viejo deseo del ídolo boquense se haga realidad: ésta sería la tercera temporada que Boca está cerca de lograr la presencia del atacante uruguayo.
Para no repetir errores del pasado, Boca aguardará a tener un contacto oficial con el representante del futbolista, para empezar a tomar las cosas en serio y no volver a ser utilizado para una nueva venta del delantero a otro destino.
El primer paso fundamental es que Cavani apure su salida del Valencia, en donde está realizando la pretemporada.
Si es como dicen los medios españoles, no existiría ninguna traba del Valencia para rescindir el contrato que tiene con el jugador hasta diciembre de 2024, sobre todo si Cavani también lo quiere.
En cuanto a la actividad del plantel boquense, hoy se entrenó a la par del grupo el mediocampista colombiano Jorman Campuzano, quien retornó de un préstamo en el exterior y a pedido del DT Jorge Almirón, quien lo dirigió en Atlético Nacional de Medellín.
En tanto, esta madrugada arribó el colombiano Sebastián Villa, procedente de Medellín, y durante la mañana se presentó a entrenar en el predio de Ezeiza.
El delantero fue intimado por Boca Juniors, mediante una carta documento, para que se presente a entrenar ya que tiene contrato vigente hasta diciembre de 2024.
Villa arribó al aeropuerto Ministro Pistarini, en Ezeiza, poco después de las 6 luego de haber estado un mes en Colombia con permiso, aguardando alguna oferta para continuar su carrera, tras haber sido hallado culpable en primera instancia por la justicia, que lo condenó a dos años y un mes, por «amenazas coactivas, en concurso real, con lesiones leves calificadas» a su expareja Daniela Cortez.
Por otra parte, el extremo de 27 años, afrontará otro juicio en diciembre de este año por abuso sexual agravado, cuya pena es de hasta 15 años de prisión.
El ultimátum de Boca se basa en que consideran que siempre le permitieron seguir entrenando en las instalaciones del club, pese a que le avisaron que no lo tendrían más en cuenta.
Pese a que Villa no jugará más con la camiseta boquense tras la condena por violencia de género, la entidad no va a rescindirle el contrato para evitar una causa por despido discriminatorio y quiere que se entrene mientras -junto con su representante- le encuentran un nuevo destino.
Para la dirigencia boquense es importante su salida para poder liberar un cupo, de extranjeros. El otro caso es el del venezolano Jan Hurtado, quien volvió de su préstamo del Bragantino de Brasil y su destino estaría nuevamente en el exterior.
En tanto, hoy llegó a la dirigencia del club de la Ribera una oferta del Porto por Alan Varela: el club portugués pagaría 8 millones de dólares por 80% de la ficha, pero Boca -por ahora- solo venderá al mediocampista por la cláusula de rescisión, que es de 15 millones.
Télam