La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo se manifestó sobre la movilización que las organizaciones por los derechos humanos impulsaron en el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
En el marco de un nuevo Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se manifestó con mucha emoción debido a la cantidad de jóvenes que decidieron acercarse a la plaza.
Durante su intervención para los presentes, afirmó: “Las constantes provocaciones del gobierno de Milei y Villarruel violan todos los pactos internacionales que tienen rango inconstitucional», y resaltó que «son el poder económico y empresarial del poder económico. Para ellos también exigimos juicio y castigo ¡ya!».
En ese sentido, continuó manifestando que «seguimos reclamando y preguntando dónde están los cuerpos de nuestros desaparecidos. ¿Dónde está Julio López». «La democracia argentina tiene una enorme deuda, restituir la identidad de unas 300 personas, la mayoría de ellas, nacidos en las maternidades clandestinas de la dictadura y que hoy son adultos de entre 43 y 49 años. Ayudemos entre todos a las Abuelas y a sus familias legítimas a encontrarlas», agregó.
Luego, en diálogo con C5N, señaló: «Una cosa es estar con gobiernos que nos aprecian, que nos quieren que nos entienden y respetan, y otro ahora con un gobierno un poco extraño que vamos a ver cómo termina. Lo más importante es que hoy en la plaza la movilidad de jóvenes es increíble, la voluntad de la gente de colaborar, de expresarse, de sentir el momento que estamos viviendo tan difícil y preocupante».
«Nosotros seguimos buscando a nuestros nietos caiga quien caiga. Porque el que ha robado y ha dejado pasar un delito es un delincuente. No somos enemigos de nadie, simplemente los que no entienden al pueblo no sirven para gobernar, por eso estamos un poco preocupadas por nuestro país», agregó.
Y destacó que «ante un gobierno que nos ofende, tanto el presidente como la vicepresidenta, el pueblo está más claro que nunca, sobre todo la juventud, sin violencia y sin escuchar las provocaciones».
A pesar de que se mostró dolida porque faltan muchos nietos por encontrar y que «no alcanzaremos con la edad que tenemos a estar completando esta historia», dejó en claro que «sabemos que las generaciones que siguen vienen con las mismas ideas que nosotros».